Una lanza por los jugadores del Granada
La plantilla ha hecho por fin suyo el mensaje de Sandoval y enarbola su misma bandera: la del trabajo, el sacrificio, la pelea y la dignidad
El bueno de José Ramón Sandoval tiene ya en su zurrón la mejor racha de la temporada del Granada. El técnico madrileño, que se está ... ganando a pulso seguir en el banquillo rojiblanco la próxima campaña, sumó su tercera jornada consecutiva sin perder (7 puntos de 9 en juego). Pese a ello, los granadinos están muy cerca de Segunda, aunque todavía no es matemático… y a eso se aferran los seguidores más optimistas para soñar con el milagro.
Publicidad
Como a un niño, como a un anciano, como a un enfermo… No se molesten en entender a este Granada de insondables respuestas en cada partido. O tres por partido, que son mucho mejor dadas las circunstancias. Si alguien opta por analizar y reflexionar por qué sí y por qué no, cuáles son las causas que un día le llevaron a perder, ganar o empatar, corre el serio peligro de que el cerebro se le desinfle. El único eslabón que ha unido a los muchachos para creer en sí mismos es su entrenador, Sandoval, que ha puesto unos modestos muebles en la casa antes deshabitada de motivación para darle más calor al equipo y a la afición. Al amparo de ese humilde pero honrado hogar, el Granada sí es cierto que se siente más arropado, y la hinchada acude para pintar las desconchadas paredes con su cariño.
Igual que había motivo de justificada censura y desaprobación hacia los futbolistas cuando campaban como almas en pena por los campos o cuando la intensidad y el umbral de su esfuerzo no alcanzaba el actual, también hay ahora razones para romper una honorable lanza en su favor. Tras un largo periodo de meses de miserias y nulos resultados, la plantilla ha hecho por fin suyo el mensaje de Sandoval y enarbola su misma bandera: la del trabajo, el sacrificio, la pelea y la dignidad. La calidad deportiva del equipo es la que es y de un olmo no hay que esperar peras, pero de un tiempo a esta parte la calidad profesional de los jugadores roza el máximo. Dan todo lo que tienen, sea lo que sea. Y a quien hace todo lo que puede no se le puede pedir más.
La situación a la que ha llegado el Granada es extrema. Así que el partido de Sevilla es una frontera. O bien para seguir estando vivo. Así que cualquier posibilidad de milagro pasa por ganarlo todo y esperar a que los demás fallen. Para el conjunto rojiblanco no hay mañana sin hoy, ni futuro sin presente. Nada de lo que está por venir tendrá importancia si no vence al equipo hispalense. El Granada salvó un 'match ball' ante Osasuna estrujándose físicamente, guerreando cada pelota, extenuándose. En realidad corre demasiado, pero no hay más remedio que hacerlo. Así es como se ha sujetado en los tres últimos partidos que lo han traído con vida hasta aquí y que han terminado con éxito: con sudor, sacrificio, bien recogido atrás, amontonando hombres en defensa y rentabilizando las ocasiones. No hay más fórmula que esa. Pese a esta buena racha, la reacción del equipo es tardía.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión