Besar el escudo

Las bajas hicieron mella en el Granada. La ausencia de Brau, lesionado –había jugado todo desde su aparición en el 'once' titular tras la lesión de Neva–, llevó a Rubén Sánchez al lateral izquierdo, donde estuvo muy incómodo, y su banda izquierda fue durante muchos minutos nula en el aspecto ofensivo. Por el otro lateral, Ricard cuajó una de sus más mediocres actuaciones como rojiblanco, con continuados fallos en el pase que no costaron un mal mayor por la impericia rival. Rubio regresó al centro de la zaga y estuvo más destacado en sus acercamientos ofensivos a balón parado que en labores defensivas, donde se le vieron las costuras en cuanto su rival aplicaba velocidad.

Donde las ausencias se hicieron más notables fue en los extremos y en la punta del equipo. A Rodelas se le echa mucho de menos, y Pablo Sáenz no está otorgando las asistencias llenas de peligro que facultaba el joven alhendinense. Tsiatishvili estuvo muy activo e implicado, pero la suerte parece haber abandonado al georgiano de cara al gol. Y arriba, las carencias son preocupantes siempre que se tenga que confiar en Weissman, no ya para que golee, sino también para que, con sus movimientos, cree espacios que aprovechen sus compañeros. Ante el Burgos además no contó con el auxilio de un Reinier errático e inocuo, demostración palpable de que no solamente la dirección deportiva rojiblanca comete errores de bulto –sorprende el coste asumido de todo un Real Madrid por su fichaje–.

La salida del recuperado Boyé mejoró las prestaciones delante y abrió una lucecita de esperanza de cara al futuro. Se ratificó que Sergio Ruiz es de los pocos capaz de echarse el equipo a cuestas, y que Villar sigue sin ser lo determinante que debiera para el equipo.

Dos partidos consecutivos con carencia de gol, en Copa contra el Getafe y en Liga ante el Burgos, coincidentes con la ausencia voluntaria de Myrto Uzuni, cuya nada profesional negativa a cumplir su contrato con el Granada –por el que está obligado a entrenar y jugar cuando su entrenador disponga– está ocasionando un perjuicio indudable a la entidad y a sus compañeros. Besar el escudo, expresar fidelidad por redes y demás zarandajas son pura filfa. El daño al Granada ya está hecho y se atisba difícil su reparación.