Rubén Torrecilla da indicaciones durante un entrenamiento de esta semana. RAMÓN L. PÉREZ
Granada CF | Opinión

El buen interino

Cal en los tacos ·

Torrecilla, que se define como un hombre de club al igual que Voro y colgó las botas de rojiblanco, no ha disimulado su entusiasmo ante el reto que afrontaba

Viernes, 18 de marzo 2022, 01:17

Siete veces le han dado las riendas del Valencia de forma interina a Salvador González Marco, alias 'Voro', en los últimos catorce años. Es decir, ... calienta cada dos. Siempre lo hizo bien aunque luego contratasen a otro entrenador, sempiterno bombero del conjunto che. El secreto nadie lo sabe –y quizás por eso se sigue cesando a los técnicos–, pero si por algo ha sido Voro un buen interino es por no haber alterado más de lo justo lo que heredaba. Un hombre de club que procuró molestar lo mínimo, tratar de encajar lo que parecía desubicado y largarse con el mismo silencio con el que llegó, sin más aspiraciones y sin dejar de tonto al predecesor de turno.

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Puede tomar nota de todo lo que hizo el 'Sr. Voro' –al modo de 'Pulp Fiction'– ahora Rubén Torrecilla al frente del Granada. El entrenador del filial se vio de repente, sin comerlo ni beberlo, ante dos partidos vitales contra rivales directos por la permanencia sin perder el cartel de la provisionalidad como interino. Perdió el primero con el Elche y este sábado visita al Alavés. En sus primeros días llegó a ensayar con Darwin Machís y Myrto Uzuni como carrileros y, conocido su amor por el fútbol ofensivo, se temió haber promocionado a un temerario. Al final, Torrecilla fue más prudente de lo previsto y optó por Quini y Neva a los lados de su innegociable zaga de tres hombres, con nueve que ya fueron titulares bajo ese mismo esquema con Robert Moreno apenas dos jornadas atrás. No cambiaron demasiadas cosas de inicio ni tampoco en el desenlace trágico.

Torrecilla, que se define como un hombre de club al igual que Voro y colgó las botas de rojiblanco, no ha disimulado su entusiasmo ante el reto que afrontaba. Parecía dispuesto a ser algo más que un buen interino. Disipada con el primer revés la ilusión en el ambiente por el aire fresco de alguien de la casa, afronta otra final que quizás sea su última ocasión para seguir al frente hasta el final. Ha seguido fomentado el buen rollo y la autoestima pese a caer con el Elche. Pase lo que pase, tampoco parece haber otro plan alternativo.

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