Pacheta dirige a sus futbolistas durante el entrenamiento del martes. Ariel C. Rojas
Opinión Granada CF

Lo que depende de Pacheta

El hilo ·

La lesión de Bouldini, la fragilidad de Arnaiz y la inoperancia de Pascual han llevado al técnico a trabajar con el joven Zinebi

Adrián Argente

Miércoles, 22 de octubre 2025, 18:02

El principal problema del Granada en este primer tercio de campeonato –su falta de filo en ataque— encuentra guía en una lección central del estoicismo: ... la necesaria distinción entre lo que depende de uno mismo y lo que no. Por más que el entorno agite la desacertada planificación veraniega, lo cierto es que, como diría un pensador más castizo que Sócrates, no hay más cera que la que arde.

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Hasta que se reabra el mercado y se aclare el margen económico, Pacheta hace bien en enfocarse en lo que tiene a mano. La lesión de Bouldini, la fragilidad de Arnaiz y la inoperancia de Pascual han llevado al técnico a trabajar con el joven Zinebi, siguiente ariete en el escalafón del club. A falta de verlo en una prueba bajo fuego real, el contexto propicia un experimento que la pasada campaña, con su apuesta por Kofane, sirvió al Albacete para sostener la categoría y, de paso, sanear las cuentas del club.

El Granada ofrece ejemplos recientes en esa línea, marcados por la falta de atrevimiento. Con Paco López, un emergente Samu Omorodion despuntaba en el filial mientras se esperaba una eclosión de Shon Weissman que nunca se produjo. El caso de Oscar Naasei ilustra las consecuencias de políticas conservadoras: tanto Guille Abascal como Fran Escribá prefirieron la veteranía crepuscular de Pablo Insua y de Ignasi Miquel —de rendimiento discreto— al desarrollo del talento inmaduro que ya se intuía en el central africano, que ahora Pacheta sí está acelerando.

Si el preparador burgalés se decide a dar la alternativa al delantero juvenil, el peor escenario es que la prueba no diera resultado, como tampoco lo ha dado la insistencia en Jorge Pascual, más dotado para activarse desde la mediapunta. Llegados a ese punto, tocaría mitigar la carestía hasta enero optimizando la producción de la segunda línea. La idea es clara y la delimitaron hace dos siglos: actuar sobre aquello que está a nuestro alcance. Marco Aurelio, pensador estoico, dejó una frase que los entrenadores deberían tener siempre presente: «No obres como si fueras a vivir mil años; obra como si el fin estuviera muy cerca».

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