Granada CF

Una 'operación salida' que condiciona los pasos a seguir en el mercado

El contexto es el que es, faltan muchos fichajes y hay una 'operación salida' que condiciona los pasos a seguir en este bazar estival. Arrancó con celeridad, con el traspaso por tres millones de euros de Gonzalo Villar al Dínamo de Zagreb, aunque un 30% fuera para la Roma, su anterior club. La siguiente marcha se confirmó el día 15, con la cesión forzosa de Gerard Gumbau al Rayo Vallecano, que volvió a liberar su salario. Sin embargo, para estas fechas ya se intuía el desbloqueo del traspaso de Martin Hongla, que parecía ultimado al Aris de Salónica, pero la operación colapsó, en parte porque la expectativa económica no llegó a lo esperado por el club, en parte porque el jugador no estaba seducido por la idea de ir a Grecia.

Hongla, incorporación más costosa del mercado invernal de 2024, aquel con Matteo Tognozzi intentando parar una caída que resultó imparable, costó 2,7 millones de euros a la entidad. Así inició una segunda etapa en el club que ha sido poco exitosa. Como con condiciones, las tiene todas para ser un centrocampista dominante, pero su cabeza no siempre se ha enchufado en beneficio del colectivo y ahora su futuro queda en entredicho, por más que trabaje con cierta normalidad y jugara el sábado pasado con el brazalete de capitán.

Si Hongla encuentra acomodo, dejará margen salarial para llegadas, pero su cotización ha bajado, aunque no tanto como la de Shon Weissman. En su momento era un aparente seguro ante el gol, cuando el Granada buscaba el ascenso en el curso 22/23. Se quedó con un contrato largo por tres millones a causa de una opción de compra obligatoria al subir que, seguramente, los rojiblancos no habrían activado en caso de ser voluntaria. Weissman salió a la Salernitana a mitad de la siguiente campaña y la pasada se quedó, pero con una irregularidad que ha definido su estancia en el equipo. Acaba su vínculo en 2026 y, como poco, el Granada necesita encontrar un último préstamo con él porque tiene uno de los salarios más elevados.

Stoichkov y Lucas Boyé también están en la escala alta y costaron cantidades importantes, 2,5 millones el gaditano en enero y 6 por el 70% de su pase el argentino, como reacción a la marcha de Samu. El primero tendría que afrontar su redención tras meses aciagos, entre problemas físicos varios, pero queda por comprobar si se conectará como solía en el Eibar. Boyé, siempre cumplidor, orienta el ataque y se esfuerza en la presión, pero le cuesta alcanzar cifras goleadoras destacadas, tras sus diez dianas en el ejercicio pasado, su mejor balance en Europa.

Con ellos pasa como con otros valores: si llegarán ofertas realmente atractivas y que satisfagan a futbolista y dirección, la operación se valoraría. Si no, continuarían, aun con la posibilidad de que a finales de agosto todo de un vuelco. El Granada ha de evitar llegar a ese tramo con mucha tela por cortar. Un mal arranque liguero podría condicionar todo. Antes de ello, la cúpula de mando tendrá que agitar el árbol para evitar preocupaciones.