Oficial: Machís, traspasado al Juárez
La operación deja aproximadamente tres millones de euros en las arcas del Granada
Jueves, 16 de junio 2022, 17:08
El Granada ha hecho oficial el traspaso de Darwin Machís al Juárez FC, de la liga mexicana. La cuantía, según pudo saber IDEAL, asciende a ... 3,5 millones de euros, de los que aproximadamente 3 van para los rojiblancos y el resto, para el Udinese.
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Machís ha disputado 156 partidos oficiales con el primer equipo de los nazaríes. En su último periplo, iniciado en 2019, formó parte de los éxitos más recientes del club, como la clasificación para la disputa de la Europa League.
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«El Granada CF quiere agradecer a Machís su esfuerzo y profesionalidad durante todos estos años y le desea mucha suerte para el futuro», aclara la nota del club. Poco después, el jugador se ha despedido en sus redes sociales.
Machís, de 29 años, se quedará a escasos meses de celebrar una década desde su llegada a España. En su Venezuela natal, despuntó en el fútbol sala antes de pasar a la versión 'grande' y sobre césped. Ganó la Copa de su país con Mineros de Guayana y captó el interés de los ojeadores del Udinese de la familia Pozzo. Gino, entonces máximo accionista del Granada también, adquirió sus servicios mediante la fórmula del fondo de inversión con el que trabajaba y lo trajo al conjunto rojiblanco. El entrenador era Juan Antonio Anquela, que intentó meterlo poco a poco en la dinámica de un equipo que arrancó fatal. Participó como revulsivo en cuatro partidos de Liga y en uno de Copa antes de irse cedido al Vitória de Guimaraes portugués. Allí tampoco voló; solo intervino en tres encuentros.
Retornó al Granada, pero fue enrolado en su filial. En la dura Segunda B de la época, con Joseba Aguado como preparador, Machís empezó a curtirse y se convirtió en uno de los referentes del 'B'. Hizo diez goles en una campaña en la que se adaptó a la posición en la que ha hecho carrera. Pasó de delantero a extremo zurdo. A pie cambiado, el venezolano aprovechaba su gran velocidad y su disparo eléctrico. Aquel ejercicio lo acabó con un segundo préstamo, en ese caso al Hércules, que intentaba salvarse en Segunda. Los alicantinos no lo consiguieron. En tres partidos, Machís solo fue titular en uno de ellos.
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Para la temporada 2014-15, volvió a Granada. Seguía con ficha del filial, pero Joaquín Caparrós, el nuevo jefe del banquillo, quiso contar con él en las primeras jornadas. Le colocó en su 'once' en el debut liguero, pero no le dio continuidad. Le empleó en la jornada 3 con el Villarreal y en la 5 frente al Levante. El resto del tiempo continuó en Segunda B. Participó un rato en el último encuentro del técnico utrerano. Una derrota dura, por 4-0, con el Sevilla, en el que el míster es una institución. Por el primer equipo rojiblanco pasaron Abel Resino y José Ramón Sandoval, pero Machís ya se quedó en el 'B'. La división de bronce se le quedaba pequeña y tenía que dar ya un salto adelante. Con 22 años, le reclamó el Huesca, de Segunda, y se marchó cedido.
Se mudó al norte de España y en el estadio Alcoraz se fue labrando un nombre. Comenzó dirigiéndole Tevenet, pero a mitad de la campaña llegó Anquela, que le conocía de su etapa inicial como rojiblanco. El jienense se topó con un futbolista que tomaba mejores decisiones en el campo, un arma letal para los rivales.
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Pese a su crecimiento, el Granada tampoco le aprovechó. Era un club distinto, ya sin Quique Pina como presidente, en el arranque de la era china. Pozzo, pese a controlar sus derechos económicos, lo mantuvo bajo licencia de los nazaríes, pero su flamante director deportivo, Javier Torralbo 'Piru', aceptó cederlo al Leganés, también en Primera. Darwin tuvo más recorrido en la primera vuelta con los pepineros que en la Segunda. Iba camino de completar un curso sin marcar hasta que llegó el Granada a Butarque. En una cita tan decisiva, ambos peleando por la permanencia, Machís anotó el 1-0, en aquella recordada celebración abortada, pidiendo perdón al fondo de aficionados rojiblancos que se habían desplazado.
Fue una sensación agridulce que intentó subsanar unos meses después cuando se sumó a la causa de devolver al Granada a Primera. Se lo tomó tan a pecho que formalizó su relación con su pareja entonces, granadina, y obtuvo así el pasaporte español.
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Pese a que fue uno de sus jugadores más destacados, el proyecto naufragó con estrépito. Casi nada salió bien y el equipo no disputó ni el 'play off' de ascenso. Pozzo se hartó y se lo llevó al Udinese, desvinculándolo del Granada. En Italia completó una vuelta, pero no terminaba de cuajar en ese fútbol. El Cádiz, en Segunda, le captó. Bajo una fórmula contragolpeadora, ofreció lo mejor de su repertorio. Curiosamente, se midió al Granada en la antepenúltima jornada, en la que los amarillos arañaron un punto de Los Cármenes que retrasó el salto a Primera del conjunto comandado por Diego Martínez. El gallego le quiso tras subir y con él disfrutó de dos cursos maravillosos. Para la posteridad, algunos golazos de bella factura, como el que le endosó al PSV en Eindhoven, con esa clásica ruptura desde la izquierda con zapatazo fuerte y ajustado.
Su vida personal ha sufrido sobresaltos en los últimos tiempos a raíz de un episodio en el que supuestamente protagonizó una agresión en un bar de Churriana, por el que recientemente la Fiscalía solicitó 18 meses de cárcel para él. Desde el verano pasado estaba buscando salidas. Ha tenido que esperar a junio este año para romper con todo, tras frustrarse varias intentonas: al América, también en México, el pasado septiembre; y al Charlotte de la MLS, en enero, precisamente por las posibles consecuencias de una hipotética condena por el incidente personal por el que le investigan.
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