Ejemplos de resurrecciones ajenas
Zaragoza, Osasuna, Almería, Real y Las Palmas escaparon de crisis similares en la clasificación
Rafael Lamelas
Viernes, 4 de noviembre 2016, 23:21
Todos los años hay equipos que huelen a muerto, que luego remontan el vuelo y acaban salvándose. La situación del Granada es tan delicada que ... se obliga a mirar a estos ejemplos. En este periplo rojiblanco en Primera se acumulan los casos, más allá del suyo propio. Los hay con parecidos intensos, como el Almería de Francisco, en la temporada 13/14. Incluso hay escuadras que parecían devastadas, como el Zaragoza que agarró Manolo Jiménez en la campaña 11/12. El Osasuna, la Real Sociedad y la UD Las Palmas, esta el año pasado, abren el camino entre la maleza para los nazaríes, aunque cada cual operó de una manera.
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Temporada 11/12
El «siento vergüenza» que hizo remontar a un colista
El Zaragoza del curso que el Granada retornó a la élite tenía muy mala pinta. El mexicano Javier Aguirre arrancó en el banquillo pero una paupérrima situación clasificatoria provocó su cese, sustituido por Manolo Jiménez. El panorama era deprimente. Al término de la primera vuelta, sumaba 12 puntos.
«Lo primero era elevar la autoestima de los jugadores. Que se sintieran importantes y quitarles la presión que tuviesen. Después, tras entrenar y buscar la mejor fórmula, con la primera vuelta transcurrida, tuvimos que conseguir que perdieran el miedo a jugar y sacarles lo máximo a cada uno. Adaptarme yo a ellos más que ellos a mi estilo», rememora el propio Manolo Jiménez.
Llegaron varios refuerzos (Apoño, Aranda, Dujmovic y Obradovic), pero el equipo tardó en reaccionar. Tocó fondo a finales de febrero, en La Rosaleda, encuentro finiquitado con una comparecencia volcánica dirigida a su plantel.
«Les hablé muy claro antes de ir a la propia rueda de prensa. Después de haber ido ganando 0-1, terminamos perdiendo 5-1, precisamente por el pánico a que primero nos empataran. Así fuimos hasta que nos golearon. Les dije que hasta ahí habíamos llegado. Que había que reaccionar y si no, el que sobraba era yo, que había aceptado la propuesta de intentar salvarles. Con mi análisis, comenté que jugando de esa forma dábamos 'vergüenza', yo el primero. Que peor no se podía hacer. A partir de ahí ellos reaccionaron y lo hicieron fenomenal», constata con la perspectiva del tiempo.
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Estaban a 12 puntos de la salvación por aquel entonces, pero sumaron 24 de 33 posibles hasta el final, para consumar la permanencia imponiéndose al Getafe en la última jornada. Jiménez estalló de júbilo y hoy lo rumia con placer. «Me hacen gracia los entrenadores que presumen de que han inventado el fútbol y que creen que el resto podemos jugar como el Barcelona. Creo que son pocos los que cuentan con plantillas así y lo que tenemos que hacer es sacarle la productividad y rendimiento a lo que tenemos y no anteponernos al estilo que puede desarrollar la plantilla», apunta.
Jiménez va más allá. «Lo mejor es consensuar un modelo que le vaya bien al equipo. Cuando no tienes elementos que marquen de verdad la diferencia, es fundamental dejar tu portería a cero y saber aprovechar las oportunidades», esgrime.
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«Se abrió la puerta del vestuario. Los que se quedaron, la inmensa mayoría, sabían lo que pretendíamos. Ellos lo dieron todo y también tuvimos suerte. Teníamos un calendario terrible, con equipos tratando de buscar competiciones europeas y rivales directos, como por ejemplo el propio Granada. A todos estos les ganamos. Los futbolistas fueron los valedores. Por mucho que yo vendiera, motivara o exigiera, fueron ellos los que salían a morir al campo y así se logró», resalta.
Temporada 12/13
Mendilibar levantó una situación comprometida
El Osasuna tenía cinco puntos y era penúltimo. José Luis Mendilibar, que había aterrizado en mitad del curso anterior para reflotar a los rojillos, sufría un arranque aciago. Pero en la jornada 11 consiguió un 0-3 en Cornellá ante el Espanyol y retomó el pulso.
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A falta de una jornada, se impuso en el Sadar al Sevilla y rubricó la permanencia. Alcanzó así su campaña 14 en Primera, igualando un registro histórico fraguado entre 1980 y 1994. No lo superó. Bajó a la siguiente, hasta regresar este 2016.
Temporada 13/14
Un preparador joven que hizo a todos partícipes
Francisco Rodríguez fue bendecido para dirigir ese curso al Almería tras hacerlo muy bien en su filial. Pero el asunto no fue sencillo. Llegó a la jornada 10 con sólo tres puntos en la clasificación, los mismos que el actual Granada. «Reaccionamos en la jornada 11, ganando en Mestalla al Valencia. Luego sumamos dos triunfos más, seguidos -ante el Valladolid y el Osasuna, este fuera-». Quien fuera delantero del '74' explica su método: «Lo más importante es hacer partícipe a todo el mundo. Cuando digo esto no me refiero a jugar sólo, sino que sientan que cambiar la situación no depende de once. Se demuestra en el día a día. La verdad es que se volcaron, creyeron en lo que se hacía. Es primordial. No hay otra manera. Si hay un grupo que no se siente integrado, al final es imposible, porque quien no juega y tampoco suma, acaba fastidiando», descubre.
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El club asumió tres fichajes (Mané, Hans Martínez y Julián Cuesta) y dejó salir a otros tres (Pellerano, Christian Fernández y Ustari), pero sobre todo encontró compromiso de los que ya estaban. «Entendieron que mis decisiones se hacían con respeto y por el bien del equipo. Ayudaron también los veteranos, como Corona y Soriano. Llegaba el lunes a entrenar y a pesar de los resultados, todos me miraban a la cara. Me cargaba las pilas y me daba optimismo», abunda.
Temporada 14/15
David Moyes para sacar a los 'txuri urdin' del tedio
Si en la jornada 10 se cortó la crisis para Francisco en el Almería, para Jagoba Arrasate significó el despido al año siguiente. El entrenador de la Real Sociedad perdió su silla tras una derrota en casa ante el Málaga, con seis puntos, penúltimo. Había gestionado el legado de Montanier y aunque no volvió a clasificar a los donostiarras para Liga de Campeones, alcanzó un séptimo puesto que le dio paso a la Europa League. Sin embargo, cayó en la ronda previa final y todo fue un desplome.
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«Le sustituyó David Moyes, que juntó más al equipo y apretó más la defensa. No se jugó bien, pero al menos acabó salvando la situación», refresca el periodista Álvaro Vicente, del Diario Vasco. La curiosidad es que un interino antes de la llegada del escocés, Asier Santana, logró un meritorio triunfo ante el Atlético de Madrid.
Temporada 15/16
Quique Setién y la confianza en el 'jogo bonito' de la casa
El milagro de Las Palmas tiene nombre y apellido: Quique Setién. La llegada del cántabro para remplazar a Paco Herrera fue el revulsivo perfecto. «El equipo estaba muy perdido, con falta de identidad y confianza. La directiva tuvo un acierto increíble con el cambio: Setién sacó rendimiento a este tipo de jugadores. Recuperó a Tana, que no había actuado nada, y reubicó a Roque Mesa por delante de la defensa», establece Ronald Ramírez, de Canarias 7. Los resultados empezaron a regar al equipo durante la segunda vuelta. «Convenció a los jugadores de que esa era la forma de encontrar el camino. Se hicieron dos fichajes en invierno: Lemos y Montoro. Ahora no aparecen mucho, pero fueron importantes. Todo fue como la seda y se siguen recogiendo frutos», recalca Ramírez.
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