El hijo vuelve a su hogar

Cuando decidió no continuar en su anterior etapa, ya comentó que un hijo nunca abandona a su madre y que si un día lo llamaban, no podría negarse. Esa circunstancia premonitoria se ha dado ahora. Desde el primer momento la dirección deportiva puso sus ojos en él tras la destitución de Paco Jémez la pasada semana. Fue sondeado ya en ese momento, al considerarse que era el cirujano adecuado en esta situación para rescatar al equipo, sumido en una considerable crisis.

A sus 50 años, acumula una importante experiencia para tratar de solventar lo que se va a encontrar en esta tercera etapa que va a vivir en la entidad.

Le va a acompañar Jesús Cañadas como segundo entrenador, que ya estuvo con él la vez anterior, y el preparador físico Miguel Ángel Campos. Lucas Alcaraz, como buen granadinista, ha visto todos los partidos que ha disputado el equipo esta temporada. En vivo ha estado en algunos que se han disputado en Los Cármenes y también el que jugó en el Benito Villamarín frente al Betis. Conoce bien las virtudes de cada jugador y ya parte con esa ventaja. Dedicó parte del día a ver vídeos de futbolistas que ahora va a tener a sus órdenes.

A lo largo del día mantuvo una conversación telefónica con Pere Guardiola para avanzar en el acuerdo que posteriormente se iba a firmar. Por la tarde se desplazó hasta la ciudad su representante, Rafa Rodríguez Rafita, para establecer todas las condiciones en el contrato. Vuelve de esta forma a la entidad dos años y medio después. Esta vez cogerá al equipo en puestos de descenso y buscará que vaya escalando puestos.

Estreno soñado

El 29 de enero de 2013 fue cuando se inició la anterior etapa de Lucas Alcaraz como entrenador del Granada. Una dura derrota por 3-0 el día anterior en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante el Sevilla precipitó la destitución de Juan Antonio Albacete Anquela esa misma noche. Quique Pina y Juan Carlos Cordero no lo dudaron y contactaron rápidamente con el técnico granadino, que en esos momentos se encontraba viajando con la expedición del Aris Salónica, equipo al que estaba entrenando. No lo dudó ni un instante y al día siguiente tuvo que resolver de forma rápida su desvinculación para firmar por el equipo que lleva en el corazón.

Su estreno fue el soñado. Con pocos días de trabajo tuvo que lidiar ante el Real Madrid el 2 de febrero. Saltó la sorpresa y el conjunto rojiblanco se impuso por 1-0 en la jornada vigésimo segunda. Un gol de cabeza en propia puerta de Cristiano Ronaldo tras un saque de esquina lanzado desde la izquierda por Nolito, desencadenó en una de las mayorías alegrías que ha tenido la afición granadinista en Los Cármenes desde el regreso a la élite. Ese día planteó un 4-4-2 que dio un excelente resultado ante el equipo que por entonces entrenaba Mourinho. En la siguiente jornada llegó un 0-3 en Riazor frente al Deportivo, aunque después ya vino una racha negativa.

Otra enorme alegría se llevó la temporada siguiente, en la que también logró la salvación en Primera. El 12 de abril de 2014 el Granada superó al Barcelona por 1-0, con un tanto en la primera parte de Brahimi. El griego Karnezis firmó una actuación portentosa y el equipo azulgrana se quedó ya casi sin opciones de luchar por el título liguero. Fue otra jornada de gozo para la afición rojiblanca.

Fueron un total de 55 partidos los que el preparador granadino estuvo al frente del equipo, entre la mitad de la temporada 2012-13 y la 13-14 al completo. Logró 18 victorias, 9 empates y hubo 28 derrotas en el cómputo de ese año y medio que estuvo. Se dieron 51 goles a favor y 78 fueron en contra durante esos 55 encuentros. Con él en el banquillo se dieron situaciones comprometidas, pero el conjunto rojiblanco nunca estuvo en los puestos de descenso.

No podía negarse

El último partido en el que Lucas Alcaraz estuvo ocupando el banquillo en la anterior etapa fue el 18 de mayo de 2014. Ese día y con la permanencia lograda en el estadio José Zorrilla ante el Valladolid, anunció que había decidido no seguir como entrenador del Granada, aunque ya señaló que un hijo nunca abandona a su madre y que si en un futuro lo llamaban no podría negarse, pese a que sería una mala señal de que el equipo se encontraría en una situación complicada, como efectivamente ha pasado ahora, casi dos años y medio después.