Radiografía de una red agujereada
La zona más vulnerable es su izquierda, en la que habitualmente se han situado Cristiano Biraghi como lateral y David Lombán como central
Rafael Lamelas
Viernes, 19 de febrero 2016, 00:48
El Granada, con 49 tantos encajados, es junto con el Rayo Vallecano el conjunto de Primera división con peores números atrás. Los madrileños compensan algo ... sus carencias defensivas con 32 goles a favor, por los 25 de los rojiblancos, con cuatro puntos más en la clasificación que alejan a los de la franja de la zona de descenso por ahora. Los nazaríes, por contra, se han quedado encallados en el sector que bajaría a Segunda, como penúltimos, aunque sólo a un par de puntos del equipo que marca la salvación, el Espanyol. La radiografía a su retaguardia no deja lugar a dudas: los de rayas horizontales tienen una red agujereada por la insistencia del rival. Ha recibido dianas de todas las suertes, aunque si se repasan todas, hay sectores más vulnerables que otros.
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Hay que tener en cuenta que los mecanismos de protección no dependen sólo de la intervención directa del portero y quienes se asientan en sus contornos. A veces, una pérdida de balón absurda en ataque implica una respuesta rápida del rival que puede pillar desarbolado. Las 40 que se produjeron en Anoeta, por la decena apenas ante el Madrid, certifican que hubo mucho más en la derrota con la Real.
Ratificado también en otras citas, no es menos cierto que múltiples errores han resquebrajado desde el inicio los cimientos rojiblancos en la Liga. Las múltiples combinaciones empleadas por José Ramón Sandoval, que incluso llegó a probar con una zaga con tres centrales durante algunos encuentros, apenas han hallado la estabilidad. Sólo en un choque lograron dejar la puerta a cero. Fue contra el Athletic Club, en la jornada 12, en Los Cármenes. El cuarteto que cercó el área propia lo formaron Miguel Lopes, Babin, Lombán y Biraghi.
Si se revisa cada acción de manera pormenorizada, la zona izquierda aparece como la más débil del conjunto. Señal de que los integrantes tanto de la posición de lateral como la de central zurdo están angustiados. Aunque las atenciones en las últimas semanas se centran en Biraghi, no es al único que se le ha visto ceder por ahí. Lombán, quien se ha pasado gran parte de la primera vuelta perfilado por ahí, acumula hasta 15 secuencias del contrario que le pasaron cerca o en las que intervino mal y acabaron en el arco. Un gol en propia, en Las Palmas, mancha su papel, en el que sorprendentemente no aparece ninguno a su favor. Venía de anotar cinco, dos de penalti, el curso pasado en el Elche. Dória, el que por planificación debía de ser el indiscutible, con Lombán en la diestra, arrojó muchas dudas ante la Real, en la primera vuelta, y el Sporting. También en la Copa, en Leganés, donde naufragó.
A BALÓN PARADO
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en datos
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3 son los tantos que nacieron en acción directa de estrategia. Hay que añadir dos más considerando sendas jugadas continuadas
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Granada CF 2 - Athletic Club Bilbao 0 - Los rojiblancos vencieron a los 'leones' en Los Cármenes, con un tanto en propia puerta de Laporte y otro de Success, en el único encuentro que Andrés Fernández no recibió goles.
Con 2.070 minutos, Lombán es el que más ha actuado de los de atrás, seguido por Babin, que aparece en al menos trece intervenciones que concluyeron en celebración del adversario. Dimitri Foulquier le sigue en este escalafón de lamentos, con nueve presencias influyentes en varapalos del contrario. Al francés le ha tocado ocupar en lateral derecho, en alternancia con Miguel Lopes, o bien colocarse como zocato, con pifias también de bulto, sobre todo por sus problemas para encimar al 'enemigo' a la hora de centrar al área y, más recientemente, en guardar la posición a la hora del repliegue, que ha permitido encontrar pasillo a los oponentes con demasiada facilidad. La irregularidad marca el papel de todos los que en algún momento han tenido que colocar el candado.
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Sin duda, uno de los más cuestionados de un tiempo a esta parte es Cristiano Biraghi. Su regreso a la titularidad en San Sebastián mantuvo una constante: siempre sufre algún despiste fatal, con la mala suerte de que suele acabar en dolor. Tuvo mucha culpa en el 3-0, al no colocarse ante el esférico como obstáculo en el saque de una falta en el ala de los donostiarras. Su facilidad para vencerse cuando porfía por el balón tuvo su mayor nivel de depresión en otra localidad vasca. Ante el Eibar, Keko le volvió absolutamente loco con su acoso. Su teórico sustituto en la plantilla, Salva Ruiz, apenas ha contado más allá de la primera jornada, en la que fue expulsado, y en algunos minutos testimoniales en la Copa del Rey. Con la salida de Neuton, que no llegó a debutar en Liga, no hay más posibles laterales zurdos naturales. Fue la cuenta pendiente en el mercado invernal, reconocida por el presidente Quique Pina. Sí llegó el central Ricardo Costa, quien pudo atosigar más a Benzema y sobre todo debió seguir mejor a Jonathas.
La única variante que da otra posibilidad es la que coloca a un carrilero. Esto le sirvió a Edgar, que es diestro, para ser titular ante el Sevilla, aunque el canario sobre todo brilla en ataque. De hecho, en aquel partido el único tanto visitante nació de una despiste por el carril, que permitió, tras varios movimientos, que Vitolo marcara, aunque el Granada venció.
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Mano absurda
Entre los centrocampistas, es Rubén Pérez a quien le salen más dobleces a la hora de barrer. Muy clamoroso fue el penalti que cometió ante el Betis, con una mano impropia. Ante el Madrid fue el jugador más próximo a Modric cuando este hizo el 1-2, al que no llegó a apretar, quizás cansado. En el 3-0 ante la Real, también pudo frenar a Vela antes de que se escapara, pero en el impacto salió él peor parado. Seis veces rondó goles en contra, por tres de Krhin. En esa frontera también se mueve Rochina y Mainz, aunque no se contabiliza la Copa. Esto diezma al capitán.
Doce de los 49 goles fueron recibidos en los últimos minutos de la primera o la segunda parte. 26 llegaron en el acto final, por 23 en el de arranque. Tres penaltis, tres acciones de estrategia -dos córners y una falta y cuatro disparos desde la frontal incrementan el peso del saco de Andrés Fernández, que ha pecado de manos blandas en muchos de los goles, en contraste con alguna parada de mérito. 49 aguijonazos en 24 partidos. He ahí uno de los grandes males de esta campaña.
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