Madurar sobre la marcha

2. Isaac Success rozó el sábado una actuación tan fantástica como aquella cita colosal en la que Eto'o destrozó a Roberto Carlos y, tras cada gol mallorquín, miró al palco, desafió a Florentino y gesticuló con vehemencia que él tenía que pisar el Bernabéu cada quince días, golpeando su pecho y señalando la hierba. Success pudo completar un 'hat trick', copar cada portada nacional, dar entrevistas hasta en medios de Malasia y cotizar hoy a 30 millones de euros. Pero Success no está listo todavía. Se encuentra en un tubo por el que puede adquirir valores o vicios, crecer mentalmente o estancarse. Por ahora, es un embrión deportivo rodeado de líquido amniótico. De su pronta madurez dependerán algunos de los éxitos de un Granada que adquiere sustancia, bajo la buena cocina de José Ramón Sandoval.

3. Recrearse en lo que pudo ocurrir, es ya de poca importancia. Fustigarse por los errores de apreciación de un asistente, cae inevitablemente por el sumidero. El marcador fue negativo, pero el crecimiento resultó exponencial.

4. Si hay relación entre la motivación que provoca un campo así y el rendimiento colectivo, se verá pronto en batallas ante rivales más terrenales. Pero la impresión es que los rojiblancos se van a asentando bajo los pilares que moldea Sandoval. En cuanto al arrojo se le añade intensidad, muchos de los fallos obvios de ser valiente y descubrirse se pueden desvanecer. Ha de ser compatible la belleza con el sudor.

5. Tras el fiasco del debut ante el Eibar, la parte trasera del Granada ha variado su semblante adoptando nuevos efectivos. Bajo palos, Andrés Fernández por fin cuajó un partido convincente, propio de su prestigio, para alejar los juicios apresurados de algunos opinadores con una paciencia volátil. En la retaguardia se estrenó Dória, con planta, colocación y buen desplazamiento de zurda, que sólo tuvo que lamentar una debilidad en la marca en el gol de Benzema. A su lado, Lombán se ha incrustado con absoluta naturalidad y sólo las lesiones le deberían de sacar de los listados. Por fuera, Miguel Lopes anuló a su compatriota Cristiano Ronaldo, sin renunciar a subir con intención por la derecha. Biraghi se expone menos en la izquierda, pero maneja los fundamentos de protección adecuadamente, aunque todavía le queda para cogerle el hilo al campeonato.

6. Por delante, se destapó un elemento que pelea contra un recuerdo para cierto sector de la afición. Rene Krhin silenció a quienes se precipitaron a pronosticar su fracaso en hacer olvidar a Iturra. Realmente Krhin no camina en esa dirección. El esloveno es un futbolista con más ángulos que el chileno, carente de la expresividad y el temperamento del 'Colocho', pero quirúrgico en las tareas del mediocentro. Roba sin echarse al suelo, salta como un resorte. Cubre el balón y progresa como solía hacer Fernando Redondo. El Granada ya no tiene un pivote natural de brega. Quizás no lo necesite ya.

7. Si la escuadra mantiene la tensión cuando no tenga la pelota, puede que no le sea tan necesario armar un dique de centrocampistas siempre. Así, Sandoval pudo rescatar la figura del mediapunta, con un Rubén Rochina que agradece asomarse al balcón, sin encadenarse a las alas. Es donde mejor rinde, pero tiene que generar mayor peligrosidad y cercanía al gol.

8. Por los costados hay que ver quién se terminará por abrir hueco. Mientras que Success ha encontrado su cobijo en la derecha, por la izquierda hay 'casting'. El entrenador parece contento con el trabajo de Édgar, por su equilibrio, aunque por ahora ha contribuido poco a las soluciones ofensivas. Al uruguayo Nico López se le espera, mientras que Sandoval va con calma con Thievy, al que acude por ahora como revulsivo. Por ahora Piti queda distanciado de las posibilidades de titularidad.

9. Menos discusión habrá en la punta, aunque en Los Cármenes sigan asomando los debates. Si El Arabi hubiera tenido, en estos años, un gran mediapunta tocado por los hados ante la portería, este jugador se habría hecho de oro, porque cada movimiento del francomarroquí tiende más a la solidaridad con el compañero que a su propia gloria. Pero El Arabi se ha quedado a veces muy solo y otras desasistido. El arco se le ha hecho pequeñito, cuando no ha sufrido incómodos resbalones. Ha generado tirria para ciertos parroquianos. Cuando se pone a ello, es un jugador con una lectura impresionante de las necesidades del resto. Genera fútbol, por si alguno lo aprovecha. Success no lo exprimió esta vez, pero veremos con el paso de las semanas.

10. Sin tiempo para más reflexiones, aparece otra jornada de Liga, ante un rival que ha invertido en estos meses para mejorarse pero que le está costando arrancar. Ante la Real Sociedad se coronó el Granada en Anoeta la campaña anterior, con un partidazo cerrado entre aplausos por los seguidores ajenos. Todo ha cambiado pero los rojiblancos tienen la necesidad latente de congraciarse con los suyos. De ganar en casa. Si el estilo osado mantiene la sensatez y las piernas no están agotadas, habrá muchas posibilidades de ello. A la espera de que un día Success inicie la racha y acabe atiborrado de goles. En las manos de Jorge Mendes.