El Granada estrena 'casa' en noviembre

La ciudad deportiva del Granada parte de un edificio diáfano, cuya característica esencial es que por la cara que da a los terrenos de juego habrá unas cristaleras, que permitirán contemplar desde ahí las evoluciones de los futbolistas. La entrada es un espacio abierto y ajardinado, con un párking para 150 vehículos, más una recepción. Toda este recibidor formará parte de la llamada zona 'transitable', según el responsable de infraestructuras de la entidad, Ángel González Segura.

Esta parte, abierta al público, tendrá adyacente una sala de prensa, que servirá de lugar de proyección de vídeos para la plantilla cuando no reciba el uso para los medios. A partir de ahí nace un entramado de ubicaciones, que es la parte 'profesional'. Aparece un comedor, con su cocina, para que los jugadores puedan almorzar, a modo de 'self service'. La sala es apta para unas 60 personas, que comerán en dos turnos, uno para el primer equipo y luego para el segundo.

Desde allí hay acceso a una gran terraza donde ya se contemplan los terrenos preparados para recibir la siembra, que durará unos 45 días. "Son fechas muy buenas para ello", según Segura, que desveló que ha sido el acceso al agua de riego lo que ha permitido que ya se pueda actuar. Un líquido elemento que se suministrará a partir de un pozo pero cuya idea es que llegue a partir de un lago situado en la parte central de la ciudad deportiva, hacia el cual drenarán los campos cuando llueva. Junto a los cuatro campos, también se sitúa una zona de porteros.

El área de almuerzo está conectada al pasillo de vestuarios, del A y y el B. De manera contigua queda la lavandería y la habitación de los utileros. La zona de cambio de los jugadores está directamente unida con la zona médica y de fisioterapia. También habrá una franja de trabajo para el podólogo. Seguidamente, la sección está preparada para una zona de aguas, con una piscina en dos niveles, para trabajar en rampa y desequilibrios, en la recuperación de deportistas. También cuenta con pozas de agua fría y de contrastes.

A continuación se adjudica un gimnasio, que da a la cristalera desde la que ya se ven los campos, "para que el jugador no se desconecte y le sirva de motivación". La distribución de la zona del filial es similar, aunque para ir de una habitación a otra hay que cruzar por el pasillo principal.

En la planta superior, el Granada dejará una sala de estar para sus jugadores, que contará con televisión, que incorpora una guardería para sus hijos, si es que los trajeran. También está en los planes unos dormitorios para echar la siesta, "para unas veintitantas personas". En ese nivel están los despachos. Uno para el cuerpo técnico dedicado al 'espionaje' de rivales. Otro, para la dirección deportiva, con una sala de reuniones. La tercera habitación es para el presidente. Además, habrá una amplia terraza a continuación.

La parte administrativa, en el estadio

El Granada dejará toda la parte administrativa y de relación con el aficionado en el estadio, mientras que aquí trasladará su parte deportiva. Una ciudad deportiva que estará "blindada y restringida" en su zona profesional, salvo que se tomen decisiones en concreto por parte de la dirección.

A esta primera fase de cuatro campos más una zona para los porteros, está ideado que le siga otra en la que se levantará un estadio para unas 3.000 o 4000 plazas, que podría convertirse en el feudo del filial, más otro campo extra. Desde el club quieren dejar claro que, pese a este enorme paso en la historia de la entidad, no se abandonarán los dos campos en los que ahora se ejercita el equipo, en la ciudad deportiva Diputación. Es probable que el club distribuya a sus categorías inferiores allí.

A futuro, la ciudad deportiva podría contar con una residencia. Todo plantea parte de su alimentación energética a partir de placas solares. Una instalación moderna, en vanguardia de los clubes de la modestia del Granada. Tras alguna complicación, los rojiblancos pronto tendrán un hogar propio. Todo un hito que ya no es un proyecto, sino que está a vista de todos. En menos de tres meses, en principio, quedará en uso.