La necesaria savia nueva de Monchu e Isma Ruiz
El técnico Robert Moreno necesita la integración de ambos centrocampistas para dar descansos a sus tres 'tenores': Gonalons, Milla y Montoro
Miércoles, 6 de octubre 2021, 00:32
A falta de cuatro minutos para el 90, con el tiempo añadido pendiente de conocerse, Monchu e Isma Ruiz saltaron al campo frente al Sevilla, ... en un doble cambio por Gonalons y Luis Milla bastante sorprendente. Robert Moreno decidió afrontar el final del partido con estos dos jóvenes centrocampistas, sin miedo a algún arrebato de bisoñez. Savia nueva para refrescar la medular en un momento en el que cualquier error podía pagarse muy caro. Ambos se afanaron en la contención ante los hispalenses, bastante activo Isma, granadino canterano en dinámica del primer equipo desde la pretemporada. Era su estreno esta campaña. Monchu, por su parte, volvía a actuar tras quedarse en el banquillo en Vigo. Ambos pudieron celebrar el primer triunfo del curso. Los dos se hacen necesarios para que la medular no se descomponga.
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Los rojiblancos han repetido su 'trivote' en los últimos tres encuentros, frente a Real, Celta y Sevilla. Gonalons en el eje junto a Milla y Montoro supone una formación adulta, interesante, con muchos recuerdos del pasado reciente. Una sociedad de tres 'tenores', que en el ejercicio anterior se alternaban con el venezolano Yangel Herrera. Ahora están solo ellos y el trabajo se les multiplica. Aunque aúnen calidad, presencia y coordinación, su depósito de combustible suele tener límite. También sufren percances. Gonalons tuvo que ser sustituido en mitad de la primera parte en Balaídos por unas molestias musculares derivadas de la fatiga acumulada. Montoro fue reemplazado al final del acto inicial el pasado domingo, con un dolor en el sóleo del que todavía se está recuperando. Milla superó este verano una complicada lesión que le mantuvo fuera de los terrenos de juego muchos meses y le ha costado adquirir ritmo. Con Eteki convaleciente, que haya alternativas se hace muy necesario en el mecano rojiblanco. Es por ello que Robert Moreno necesita de las mejores facultades de Monchu e Isma Ruiz.
El mallorquín tiene 22 años recién cumplidos. Se formó en las categorías inferiores del Barça tras salir de su tierra natal e irrumpió en el fútbol profesional en Segunda, cedido en el Girona. Tras quedarse a un solo paso del ascenso, aguardó oportunidades en Primera. El Mallorca le quiso, pero finalmente fue el Granada el que se quedó con su pase. La sensación inicial era que iba a acaparar mucho protagonismo. Debutó en la preparación con el Bournemouth y dejó señales de vigor y clase. En apariencia ocupaba el vacío de Herrera, pero poco a poco se verificó que todavía es un jugador en formación y muy distinto al venezolano.
Fue titular en los dos primeros encuentros de Liga, en los empates frente a Villarreal (0-0) y Valencia (1-1). Ante los amarillos intentó reclamar el balón, pero acabó persiguiéndolo por el dominio de los locales. Frente al conjunto 'che' se afanó en funciones defensivas, pero se comportó de manera muy aparatosa. En un choque con Racic, se partió la ceja. Con el ojo amoratado, en los días sucesivos trabajó con una máscara protectora, pero Robert Moreno prefirió que no saliera al césped en Vallecas, donde su equipo sucumbió con contundencia (4-0). Volvió al 'once' con el Betis, en otra derrota (1-2) en la que Monchu dejó pocos indicios interesantes. Ni lució en la creación ni en el robo. En el 1-1 en el Camp Nou corrió muchísimo y hasta se adaptó a la derecha en el tramo final, pero no tomó buenas decisiones con la pelota. Desde entonces, salió en los últimos minutos frente a la Real Sociedad y se quedó en el banquillo contra el Celta. Con el Sevilla, le quedó el epílogo.
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Su proceso de aclimatación a la élite sigue, aunque es fundamental que encuentre su propia definición como futbolista. En su puesto, hay que manejar muchos registros. Se intuía que llevaría el sello Barça, aunque es un jugador más expansivo. Sin la presión de ser de los habituales, Monchu tendrá que demostrar que es útil como solución en momentos en los que los volantes Milla o Montoro no den para más.
Otro proceso
Isma Ruiz tiene un proceso distinto. El de Gójar, de 20 años, está siendo educado para suceder a Gonalons como eje. No es una tarea fácil por todo lo que comporta el francés, tanto con la pelota como en liderazgo. Isma es un alumno aplicado que ha trabajado su físico para ser más corpulento y que tiene ese punto de intensidad que también contribuyó a moldear Diego Martínez. A Robert Moreno le encanta, pero no quería introducirlo en mitad de una dinámica complicada en la que el equipo no ganaba. Una vez superado el trauma, es probable que participe más cuando Gonalons se resienta, aunque también puede actuar más adelantado.
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Monchu e Isma Ruiz son presente pero sobre todo futuro del Granada. El fútbol de cualquier conjunto nace en su parcela central. Discutir la titularidad de los 'tenores' no es fácil si están en condiciones, pero ellos pueden traer oxígeno y su propio estilo cuando les toque salir. Han de ser exigentes con ellos mismos para llegar lejos.
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