El Molde se familiariza con el Nuevo Los Cármenes en su último entrenamiento previo al partido

Las caras de felicidad de jugadores y cuerpo técnico, uno de los ayudantes de Moe grabó una panorámica del estadio con su teléfono móvil, delataban que era la primera vez que la mayoría de ellos pisaban un campo de la popular Liga española.

El plantel inició su sesión de entrenamiento dividiéndose en pequeños grupos para practicar rondos, quedando al margen los tres porteros, que trabajaron por separado.

Más tarde los ensayos en varios grupos se convirtieron en un ejercicio de nueve contra nueve en el que el principal objetivo no era marcar goles –no había porteros ni porterías– sino circular el balón con la mayor rápidez posible ante la intensa presión del equipo rival. Demostrar una buena condición física se antoja fundamental para un Molde que aún no ha empezado la Liga de su país y que lleva varias semanas en Benidorm realizando su pretemporada, habiendo jugado la ida de su eliminatoria ante el Hoffenheim en Villarreal, a pocos kilómetros de su cuartel general.

Ahora la rutina del equipo noruego será muy similar a la de su rival en estos octavos de final de la Europa League puesto que desde el martes la expedición está alojada en un céntrico hotel de Granada y tras la disputa del partido de ida ante el conjunto rojiblanco el plan del equipo nórdico es continuar en Andalucía varios días más, preparando en Marbella el trascendental duelo de vuelta, previsto para el 18 de marzo en Budapest (Hungría).