80 minutos de control y diez de locura
El Granada empata un partido en el que ganaba hasta el tramo final, pero en el que llegó a ir por detrás. Soldado hizo de revulsivo en un equipo con bajas pero la misma personalidad de siempre
Martes, 16 de junio 2020, 00:08
La aleación de la que está hecho el Granada se puso a prueba en los minutos finales de un partido bajo control hasta que entró ... en una fase de delirio. Ni las numerosas bajas ni los achaques de tener un día menos de descanso que el Betis afectaron a la moral rojiblanca, en un nuevo ejercicio de dignidad. Puede que a los estetas del fútbol no les gustara la propuesta o que jugadores como Tello, desde una insufrible superioridad moral, denigraran ante los micrófonos al final los argumentos expuestos por los nazaríes para intentar ganar en el Villamarín. Ese equipo que no juega, según este exiliado de la cantera del Barcelona, lleva 42 puntos, a una unidad de Europa, y no está clasificado para la final de la Copa del Rey por centímetros, siendo un recién ascendido, el tercero por la cola en tope salarial.
Publicidad
Hizo lo que tenía que hacer, marcar aprovechando una pifia vulgar de Joaquín, y practicó lo que le llegaba por esta vez, que fue proteger su guarida con acumulación y oficio. Pudo perderlo todo en diez minutos locos, con los goles de Canales, de penalti, y del bocazas de pelo rubio platino de bote. Pero los locales no contaban con que bajo ese manto de piernas agotadas quedaba mucho carácter. Soldado, solo, voleó a la red en el 90' tras el saque de un córner y firmó las tablas. Mantuvo intacto el récord de su entrenador, jamás remontado desde que dirige a este club. Eso se consigue con adaptación, no sólo con datos de posesión, como quizás adore Tello.
Betis
Joel Robles; Emerson (Barragán, m. 82), Mandi, Feddal, Pedraza, Edgar (Lainez, m. 71), Canales, Guardado (Tello, m. 61), Fekir, Joaquín (Aleñá, m. 61); y Loren (Borja Iglesias, m. 71).
2
-
2
Granada
Rui Silva; Foulquier, Vallejo, Germán (Víctor Díaz, m. 58), Carlos Neva, Yan Eteki, Ramón Azeez (Antoñín, m. 89), Antonio Puertas, Darwin Machís (Domingos Duarte, m. 58); Fede Vico (José Antonio Martínez, m. 74); y Carlos Fernández (Soldado, m. 74).
-
GOLES 0-1, m. 29: Carlos Fernández. Error infantil de Joaquín en un pase horizontal que intercepta Azeez, quien monta un contragolpe en el que le acompaña Puertas. El almeriense centra rápido y Carlos Fernández se libra de su marca para apuntillar el gol. 1-1, m. 85: Canales. Penalti por agarrón de Vallejo a Borja Iglesias que transforma el centrocampista cántabro. 2-1, m. 87: Tello. Centro con la derecha que se envenena tras rozar en Puertas, ante el que Rui Silva reacciona tarde. 2-2, m. 90: Soldado. Córner rojiblanco que recibe solo el valenciano, que volea a la red.
-
ÁRBITRO Soto Grado (comité riojano): Amonestó a los locales Edgar (m. 22) y Pedraza (m. 65); y a los visitantes Vallejo (m. 41), Germán (m. 52), Foulquier (m. 67), Diego Martínez (entrenador, m. 68) y Rui Silva (m. 93).
-
INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 29 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Benito Villamarín a puerta cerrada.
Cinco novedades aplicó el gallego, aunque su equipo mantuvo los mismos fundamentos que con el Getafe. Da igual quién salga al campo o el sistema. Cada uno tiene sus características, pero responden todos al mismo credo. El Granada se dispuso con un cuarteto atrás, con Vallejo como oxígeno en el puesto de marcador zurdo y Germán a su diestra, en un voto de confianza tras su pifia del viernes. Eteki y Azeez en la media, actores de reparto en el escenario con focos, con Fede Vico delante, triangulando, y Puertas acostado en la izquierda con el látigo a mano y Machís a pie bueno. Hubo descanso para Víctor Díaz, Domingos Duarte y Soldado, junto a las ausencias forzosas de Herrera por sanción y Gonalons por lesión.
Precisamente la baja de los dos pivotes evaluaba las prestaciones de sus sustitutos, distintos en sus habilidades. Atornillados en el centro, pusieron lo básico de inicio, que es voluntad, presencia e ímpetu. Eteki, más rígido, complicando la burocracia creativa del Betis. Azeez, más astuto, como se vería en el gol. El Betis buscó la catarsis con la pelota. Pensó que superaría líneas con facilidad ante un contrario diezmado por las bajas y quizás cansado, con menos refrescos que los anfitriones. Pronto quedó claro que el acantonamiento rojiblanco era una pose. En la primera escapada, zurriagazo de Puertas para comprometer a Joel, en bonito duelo entre el inquilino del arco local y Rui, a quien algunos quieren atraer hasta Heliópolis.
Los nazaríes despedían electricidad en sus avances, cada vez más espeso el Betis, falto de confianza y profundidad. Cada despiste era una amenaza rojiblanca. No había déficit de atención en el Granada ni aparente fatiga, pero Rui guardó la ropa en un córner cabeceado por Edgar, como si fuera una tarántula. Los verdiblancos querían tocar la corneta pero, de repente, ocurrió una rareza. Joaquín, el Matusalén del fútbol español, clase a espuertas, hizo un pase sin gracia, horizontal, de los que se corrigen en alevines, que circuló por tierra de nadie. Por allí estaba Azeez, dispuesto a invadir al contrario con instinto felino. Puertas afiló el sector zurdo y puso el balón a la zona en la que Carlos Fernández baila claqué. Si el Betis no había tenido bastante con caer ante el eterno rival, ahí estaba un hijo de Nervión para generar otro seísmo.
Publicidad
La pausa para la hidratación saneó a Joaquín, que intentó un culebreo como en sus tiempos mozos. El del Puerto se fue desquiciando ante el orden del Granada, imperturbable. Sólo Fekir pudo romper ese ambiente depresivo con un chut cruzado que abortó Rui Silva, arácnido de nuevo.
El Betis trató de salir con otro aire. Pedraza buscó intimidar a Rui, firme. Germán se abalanzó sobre Loren minutos después, recibiendo una amonestación. Vallejo la vio en el acto inicial y dejó a los dos centrales limitados. Diego reaccionó rápido con el ingreso de Víctor Díaz por Germán y Domingos Duarte por Machís.
Publicidad
Rubi renunció a dos veteranos acartonados, Joaquín y Guardado, para oxigenar con Aleñá y Tello, aunque el encuentro siguió diluyéndose, con el Granada dejando correr el tiempo sin reparos. Se soliviantó Diego Martínez en una protesta en la que se llevó amarilla y reaccionó fatal. Algo veía que no le gustaba. Rubi, en situación límite, buscó el ataque con Lainez y Borja Iglesias, pero el reagrupamiento rojiblanco persistió. Tras un tiro del 'Panda', los visitantes levantaron un muro con la inclusión de Martínez, más Soldado por el heroico Carlos Fernández. Víctor Díaz se encajó como escoba en el medio.
Canales fue de los pocos que no bajó los brazos. Los suyos continuaron con una posesión estéril frente a la trinchera, todo solidaridad y ayudas. Sin embargo, Vallejo cometió una torpeza impropia agarrando a Borja Iglesias en el área. Canales no perdonó.
Publicidad
Lo peor estaba por suceder. De la nada, Tello se sacó un chut violento con la derecha que cogió despistado a Rui. No vio bien la trayectoria combada y un bote extraño hizo el resto. Parecía que la grieta de la pena máxima acabaría derribando la fortificación nazarí, pero no contaban con el coraje de Roberto Soldado. El Granada dio un paso al frente y encontró un córner. El veterano punta valenciano apareció solo, muy pasado, sin marca, pero firmó una volea plástica y definitiva.
La ropa quedó a buen recaudo y el Granada se llevó un punto. Pudo ser más, vista su solidez durante gran parte del duelo, pero también estuvo a un tris de ser nada si Soldado no se reivindica.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión