6 millones para una urgencia
La Plazoleta ·
El club no empleó esta cantidad de su tope salarial, correspondiente al fondo CVC, para sufragar amortizaciones de fichajes en las dos próximas campañas, pero podría usarla yaEl Granada tiene 6 millones de euros 'guardados' para una urgencia. Esta semana se dio a conocer el ránking de topes salariales de LaLiga y ... el club apareció en el puesto 13 con 53,5 'kilos' de límite, 3 menos que la temporada pasada, pero 3 más que la cantidad que trasladó la consejera Patricia Rodríguez en el desayuno informativo del 1 de septiembre. La explicación de esta diferencia es sencilla: de los 9 millones con los que el fondo CVC regó a los rojiblancos que corresponden a configuración de su plantilla, dos tercios se guardaron para las dos próximas campañas.
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Dentro de su política de sostenibilidad, la dirección no quiere incurrir en riesgos financieros porque hace falta dinero para sufragar las amortizaciones de los fichajes de los últimos ejercicios, que siguen repercutiendo en la contabilidad futura. Aunque es cierto que este tope se puede aumentar por cuestiones clasificatorias, por la entrada de patrocinios (sigue faltando el principal) y por futuras ventas, el actual consejo prefiere la prudencia económica.
El problema es que el fútbol no espera a nadie y a veces no premia al que actúa como la hormiga, guardando para cuando haga falta. Esa cantidad no se quiso emplear en la última planificación, pero se podría recurrir a ella si se desea, a costa de romper con ese equilibrio financiero que se pretende. Esto daría liquidez extra en los hipotéticos movimientos del mercado de invierno. Aunque parezca sensato reservar dinero para el futuro, ante el peligro de un descenso la cúpula de mando tendría que emplearse a fondo y el montante se convertiría en un verdadero salvavidas.
Corren momentos de inquietud motivados por la situación del equipo. Aunque Patricia Rodríguez ratificó a Robert Moreno tras el varapalo en Vigo, lo cierto es que su mensaje posterior incidió en la unidad interna sin dar nombres y en la confianza de que las cosas saldrán adelante a pesar de la enorme dificultad del encuentro con el Sevilla. Tras su celebración llega el parón de selecciones. Tiempo para pensar. Si redoblar la confianza en el entrenador, deseoso de tener dos semanas de trabajo para engrasar todas las piezas, o si romper la baraja.
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Nadie de dentro se ha puesto en contacto con otros preparadores, aunque cualquiera sabe quiénes están disponibles en el escaparate. Lo que queda claro es que las limitaciones económicas impiden al Granada aspirar a técnicos de caché alto como Javi Gracia o Quique Flores. Si Moreno cayera, cosa que está todavía por ver, el sustituto sería más 'terrenal', con paso a Primera o con aspiraciones de crecimiento.
La dirección deportiva aceptó a Moreno en verano cuando la propiedad lo tenía ultimado, aunque Boada y su gente valoraron también a Domènec Torrent y David Gallego para el puesto. El primero, antiguo ayudante de Guardiola, sigue en el paro, pero es un perfil que no casaría con las actuales necesidades; es partidario del llamado juego de posición que no ha cuajado en este Granada. El segundo, míster del Sporting, ha tenido un gran arranque en Segunda y en ningún caso se plantea abandonar la nave asturiana. Si al Granada le toca activar el radar, mirará a otros.
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Moreno, como es lógico, sigue pensando que esto saldrá adelante, pase lo que pase con el Sevilla, aunque el juicio sumarísimo de la grada también será un factor añadido. También sabe que la 'ley' del fútbol se fundamenta en los resultados y que esta deriva acrecienta la preocupación por si todo se va al garete. Nadie quiere imaginar un final tan nefasto como en 2017, cuando también se acometieron cambios profundos en la estructura.
Se tiende a pensar que es complicado que algo tan terrible se repita porque hay mayor identificación en el vestuario y porque la plantilla, pese a ciertas carencias, da para al menos no quedar entre los tres últimos en teoría. Pesa la comparativa con la gloria reciente. Se rememoran los motivos de Diego Martínez para no renovar. Ese «cansancio» que sentía, pero que no era una mera cuestión física o mental. Derivaba del hastío de armar una obra milagrosa con recursos limitados, con dificultad aumentada por las medidas de ahorro acusadas en el mercado de invierno y que tenían visos de intensificarse este pasado verano, como así fue hasta que apareció el fondo CVC.
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El 'chamán', tras lograr la séptima posición en 2020 y el acceso a las previas de la UEL, ya dijo que el Granada sería lo que quisiera su propietario. Por entonces, se refería a John Jiang, pero la frase no perdió validez con Rentao Yi. DDMC no ha mostrado capacidad de inversión extra en el club a través de una ampliación de capital, como sí han ejercido otros dueños de clubes. No es algo obligatorio, pero sí interesante para fomentar el crecimiento. La empresa, cuyos resultados en bolsa tampoco son halagüeños, ha establecido aquí la autosuficiencia, con límites desde la llegada de Patricia Rodríguez, que articula lo que le han pedido. La cuestión es que este no es un negocio convencional. Es fútbol y a veces implica apretarse menos el cinturón para evitar una catástrofe.
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