No todos los días las cosas salen como se preparan. De hecho, algunas veces el marcador es diametralmente opuesto, pero de estos malos resultados también ... es necesario aprender. Esto es lo que le ha sucedido al Granada femenino en el último partido disputado en la Ciudad Deportiva ante el Athletic Club.
Publicidad
Las de Ferreras están pasando por un momento delicado. Más de resultados que de juego. Las rojiblancas no han conseguido vencer como locales desde el 20 de septiembre, cuando se impusieron 3-1 al Eibar. Más de dos meses sin sumar de tres en casa dan que pensar y sobre todo obligan a reaccionar, porque aunque ocupan la décimo primera posición de la tabla de Liga F, aún alejadas de la lucha por mantener la categoría, es cierto que en las últimas jornadas han bajado su rendimiento en cuanto a lo que a puntuación se refiere, porque en cuanto a juego, siguen haciendo las cosas relativamente bien en general.
El empate de la semana pasada ante el Tenerife en el complicado Heliodoro Rodríguez López había generado muchas expectativas ante la llegada de las 'bilbotarras' a Granada. Las del Athletic venían por debajo de las nazaríes en la clasificación, pero es cierto que con dinámicas muy diferentes. Las 'athleticzales' llegaban tras cuatro victorias consecutivas y se irían con cinco. El mejor Athletic de la temporada se enfrentaba a tal vez el Granada menos efectivo. El resultado, el 1-5 final, nadie lo esperaba. Las de Ferreras cosecharon el peor resultado del curso pese a haberse enfrentado ya al FC Barcelona, al Atlético de Madrid o a la Real Sociedad –de Arturo Ruiz y Edna Imade–, los tres primeros clasificados de la tabla. Pero pese a que el sol brilló en Los Cármenes, la actuación de las nuestras estuvo llena de nubarrones.
No obstante, conociendo el ADN de este equipo, hay que pensar que la abultada derrota les va a servir para tomar impulso. Irse a un parón de selecciones después de una victoria siempre es positivo, pero también sirve un alto en la competición para descansar cuerpo y mente, y así va a ser para el equipo rojiblanco. Por delante, hay dos semanas de trabajo físico, táctico y psicológico antes de retomar el siguiente tramo liguero en el que, en diciembre, tendrá que viajar hasta La Coruña, recibir al Real Madrid e ir hasta Badalona para disputar los octavos de Copa.
Publicidad
Dos salidas complicadas y un partido en casa aún más, que seguro que afrontan con el objetivo de sumar entre cuatro y seis puntos para seguir con tranquilidad en la competición. De lo malo hay que saber sacar lo bueno y las rojiblancas son muy capaces de hacerlo.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión