Herrera y Milla, los goleadores frente al Athletic, en el centro, se abrazan con sus compañeros tras el 2-0 del debutante. EFE

'Maramilla' de regreso

Desde casa ·

Lo mejor es que los rojiblancos, al margen de la victoria, ofrecieron frescura física. Y mostraron profundidad en la plantilla, dos aspectos que serán vitales en una temporada tan intensa y dura

Domingo, 13 de septiembre 2020, 01:16

La vuelta ha sido una 'maramilla'. Vamos, una maravilla con Luis Milla. El Granada empezó la Liga como la acabó, con triunfo solvente, ilusionante, merecido, ... claro, incluso cómodo, convincente... Y ante el mismo rival, un Athletic que esta vez se esforzó más pero que demostró, a partir del descanso, estar un punto físico por debajo de los rojiblancos.

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A destacar el debut de Luis Milla en Primera, un chico genial, con talento, que promete mucho, que dejó su firma en el estreno y repitió la misma puesta en escena en la máxima categoría que su padre, con gol, golazo, el 2-0. También marcó hace 26 años el padre con el Barcelona frente al Zaragoza. Los genes los lleva. De tal palo tal astilla. Se parece muchísimo al internacional azulgrana, rápido, fino regate, listo en la internada, vertical, con llegada al área, trabajador..., este Milla recorrerá muchas millas, es un 'tragamillas'. El chaval procedente del Tenerife es una maravilla como David Villa... lástima que no pudieran cantarle ayer: 'illa, illa, illa, maramilla...' cuando Diego Martínez le sustituyó por Víctor Díaz.

Hasta el descanso, equilibrio de fuerzas. Pocas llegadas. Aunque al final hubo un disparo peligroso de Raúl García yMateu Lahoz anuló un gol legal a Yangel Herrera. Y con tarjeta incluida a Germán, que cayó encima del propio Raúl, no para impedirle que saltara, sino porque Íñigo Martínez le había empujado. Ese zarpazo al 'león' dio paso a un segundo tiempo redondo. Mucha más chispa con el desparpajo de Milla. Centro medido de Montoro y cabezazo de Herrera con la ayuda de Soldado, siempre presto. Y luego el golazo del chavea. El Athletic se quedó sin fuelle y sólo inquietó con un remate de tibia de Williams al palo.

El Granada manejó el 'tempo' como sabe. Diego impuso el control necesario y el ritmo con la administración de la pelota y los cambios. Hasta pudo llegar el 3-0. Lo mejor es que los rojiblancos, al margen de la victoria, ofrecieron frescura física. Y mostraron profundidad en la plantilla, dos aspectos que serán vitales en una temporada tan intensa y dura. Con Primera, Copa del Rey y Europa. ¡Casi ná!

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