Un entusiasta grupo de aficionados aguarda la llegada del autobús del Granada a su hotel en Palma. R. L.
Granada CF

Mallorca se convierte en las Termópilas rojiblancas

El club dispensa 300 entradas a sus seguidores desplazados a Palma, la mayoría en un vuelo 'charter' que regresa en la tarde del sábado al García-Lorca | Una veintena de seguidores se acerca al hotel de concentración para darle ánimos al equipo

Viernes, 6 de mayo 2022

Con miradas cansadas pero la ilusión en los rostros llegaron los últimos aficionados rojiblancos que se unirán a la comitiva que respaldará al Granada en ... el Visit Mallorca. El vuelo 'charter' concertado por el club aterrizó sin incidencias en el aeropuerto de Son Sant Joan, con los últimos seguidores del equipo que se suman a los llegados en las últimas horas a la isla.

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Algunos aficionados que llegaron en vuelos anteriores, por la noche desde Málaga, hicieron noche en la propia terminal. Cualquier sacrificio es bueno con el fin de darle apoyo a los suyos en un encuentro tan comprometido.

Un aficionado del Granada, en la terminal, durmiendo. R. I.

No habrá tiempo que perder para estos seguidores, pues en la matinal ya hay una quedada para que confraternicen granadinistas viajeros y los afincados en Palma. La peña del Granada en Baleares ha citado a todos a las 11.30 en el bar Tie Break Sport Café, ubicado en las pistas de Palma Pádel, muy cerca del estadio, desde donde iniciar el cortejo. El Granada no estará solo en esta aventura.

José Planas jugó en el Granada entre 1979 y 1981. Fueron, en sus palabras, «los mejores años de su vida como futbolista». Mallorquín de nacimiento, en su isla disfruta de la jubilación tras jugar durante muchos años en el fútbol catalán. Fue el otro motivo de atracción hasta el hotel de concentración del conjunto rojiblanco en Palma: la presencia de un viejo amigo, Pep Boada, director deportivo del club, al que también pasó a saludar Lluís Torreblanca, quien fuera compañero suyo de jugador en las categorías inferiores del Barça.

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Vídeo.

Esa reunión de amigos se celebró justo tras la llegada del equipo a su establecimiento en Mallorca. Viajó hasta Carlos Neva, involucrado hasta el tuétano en el objetivo de la salvación aunque no pueda jugar debido a su lesión. Una veintena de aficionados se acercó hasta el lugar para darles un golpe de ánimo. Entre ellos, un chico de Menorca, David Roca, hijo de granadinos, que vino con entusiasmo a ver al equipo con el que simpatiza con afán de que le firmaran la camiseta. Todos pasaron tan rápido que parecía que su objetivo no se podría alcanzar, pero la mediación del delegado, Manolo Lucena, obró su sueño. Se la llevó al comedor donde cenaban los futbolistas y la devolvió en recepción con rúbricas en cada hueco.

Vídeo. Lucena entrega una camiseta firmada por todos los jugadores del Granada a un joven aficionado rojiblanco que reside en Menorca y que se acercó hasta el hotel de concentración en Palma de Mallorca tras la llegada de la expedición a la isla balear. RAfael Lamelas

El estadio Visit Mallorca se convertirá en una especie de paso de las Termópilas para los 300 entusiastas rojiblancos que ocuparán la grada visitante. Seguro que esperan acabar mejor que, según la leyenda, aquellos espartanos dirigidos por el rey Leónidas. Se emplearán con el mismo ardor guerrero, no cabe duda, ante la desigual pugna frente a los 20.000 mallorquinistas que, como persas, les rodearán.

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No es de achantarse la hinchada rojiblanca, habituada a viajar en grandes conquistas. Ascensos en Alcorcón, Elche y Palma. Permanencias en Vallecas (aun perdiendo), Valencia, Valladolid o Sevilla. Hasta la de Sandoval, que se culminó en casa, la penúltima de aquel ciclo, se aclaró en San Sebastián. En la mayoría hubo peregrinación de hinchas. Estuvieron para dar su respaldo.

Dos aviones

Planas, ex del Granada, con Pep Boada y Torreblanca, exjugador, en el hotel en Mallorca. R. I.

La llegada a la principal isla de las Baleares arrancó el viernes, en los dos aviones que salieron desde el García-Lorca hasta el de Son Sant Joan, con seguidores ataviados ya con sus camisetas, de diferentes modelos y épocas. Desde Málaga también volaron algunos, aunque el grueso lo hizo en el vuelo 'charter' que fletó a última hora el club. Entre las gentilezas que incluía el precio, además de entrada y bufanda, está el regresar directamente a Granada y así ahorrarse el desplazamiento de retorno en bus, aunque también lo sufragaba la entidad.

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