Lucas Alcaraz, en el partido que le enfrentó al Granada esta pasada temporada. F. R.
Lucas Alcaraz, en clave personal

«La vida de un entrenador se basa en la fortaleza mental»

Reniega de la etiqueta de preparador defensivo: «Lo que no he sido es un técnico 'elaborativo'; me gusta el fútbol vertical»

Rafael Lamelas

Granada

Sábado, 24 de junio 2023, 00:31

Lucas Alcaraz también comentó cómo fue su experiencia en el Ibiza y algunos detalles sobre su forma de ver el fútbol.

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–¿Qué conclusiones le ... deja la temporada en Ibiza?

–Es paradójico, pero me ha dejado un gran sabor de boca. He tenido un grupo de jugadores comprometido en unas circunstancias adversas. Me han dado un buen día a día. Ibiza tiene una afición y una prensa muy constructivas, pero no he disfrutado porque nos faltó algo de suerte para engancharnos a la salvación.

–¿Qué ocurrió?

–Hubo tres fases. Una inicial, en la que la llegada como revulsivo hizo que compitiéramos. Luego nos metimos en una transición profunda, con diez bajas y siete altas, coincidiendo con un calendario complicado, que nos descolgó. Intentamos ponernos a pocos puntos para cuando quedaran escasas jornadas, pero entre marzo y abril se nos fue todo en cinco partidos. Empate en Huesca con 19 remates, algo inusual en un equipo mío; ganando 0-2 en Andorra, nos empatan; venciendo 1-2 en Miranda, nos empatan en la última jugada... Entre medias, tres partidos en casa con penaltis en el 80 y el 90 para ganar en los que acabamos empatando también. En la última etapa, a pesar de la goleada con el Albacete, el equipo compitió bien y sacó el punto 'famoso' con el Levante.

–Amigos y conocidos de Granada le darían las gracias...

–O quedaba bien en Granada o en Valencia, donde también había sido entrenador. Si no sacábamos algo, en las redes rojiblancas me iban a matar (ríe). El partido se produjo en un contexto; veníamos de perder 0-5. Fue de las pocas broncas que eché allí. «No puede ser así, nos verá toda España», les dije, y la gente respondió.

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–Parecía que el Levante les iba a golear...

–Sí, lo leímos. Nos dio motivación. Si ganaba 4-0, se ponía líderes. Reaccionamos.

–¿En qué se acertó y en qué se equivocó?

–He mejorado en la dirección de equipo y en el manejo del entorno. Nos equivocamos en que la transición fue demasiado profunda en el mercado invernal.

–¿Cómo ha variado la relación con los futbolistas con las nuevas tendencias, redes sociales...?

–Al final les hablas a los jóvenes como padre y a los menos jóvenes como compañero. Cuando manejaba el grupo con menos edad, me generaba mayor tensión. Ahora, la experiencia me permite ayudarles en muchas cuestiones.

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–En los meses en paro, ha profundizado en su formación.

–El entrenador tiene que ser generalista, pero especialista de muchas cosas. Me he formado en casi todo, hasta en gestión de empresas, dirección deportiva... No solo por aplicar esto, sino porque enriquece, y para entender cuando hablo con el especialista del club sobre ello, saber lo que quiero, igual que mis jefes conmigo. Pero por encima de todo hay una 'ciencia', la del sentido común, la de la sensibilidad futbolística.

–¿Qué le parece el uso de la tecnología?

–Cuando se empieza con ello, parece que hay un boom. Todos los cuerpos técnicos tienen ayudantes variados, pero es el entrenador el que tiene que lograr que aporten, no por meras modas. Lo importante es la sensibilidad que mencioné, la parte intuitiva.

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–Porque al final esto va de tratar con personas, ¿no?

–Totalmente. Antes que futbolistas son personas, te rodean personas en el cuerpo técnico. Estas últimas son las que te ayudan a transmitir el mensaje, a llegarles. Impregnan la idea y esto te hace ganar terreno.

–¿Hacia dónde camina el fútbol?

–No veo tantos cambios, pero el jugador cada vez es más atleta. Esto eleva el ritmo de juego. En ello, te puedes manejar de distintas formas. Hay equipos que funcionan mejor juntos, otros que prefieren el intercambio de golpes, correr... Pero todo ocurre con más velocidad.

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–Históricamente, hay equipos que marcan tendencia. ¿Lo logrará el City de Guardiola?

–Guardiola lleva mucho tiempo demostrando que es un entrenador disruptivo. De jugar con Messi de falso 'nueve' a hacerlo con Haaland... Es capaz de estigmatizar el juego directo para ahora usarlo si es necesario al estar en otra liga, con otras exigencias. Los entrenadores evolucionamos en función de los jugadores que tenemos. Hay cosas que se pueden adaptar de Guardiola, pero también de Mendilibar, Simeone... Y llevarlas al librillo de cada uno. El entrenador tiene que estar en evolución. Yo no reconozco que mis equipos jueguen ahora como antes. Afecta la plantilla, tus variaciones y el ambiente en el que te mueves.

–Lucas Alcaraz ha llevado la etiqueta de defensivo...

–Sí, pero bueno... Pero mi Granada de la 13/14 o el Racing de la 03/04 fueron equipos ofensivos. No me veo defensivo; lo que no he sido es un entrenador 'elaborativo'; la gente se confunde. Yo he reconvertido a mediapuntas en mediocentros, como hice con Berza o Corona, Maikel Mesa... Son todo clichés. En el fútbol se puede ser directo, contragolpear, elaborar... Es cierto que me ponen la etiqueta en el Recreativo de Huelva. Con el presupuesto más modesto de Segunda, su portero fue Zamora el primer año y el siguiente se quedó a uno de ello.

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–Entiendo que sí reconoce que no le gusta el abuso del pase.

–No, no me gusta. Esto sí lo admito. Me gusta el fútbol vertical, que no tiene que ser directo, aunque también lo he practicado cuando he tenido gente alta arriba. Los puntas marcan a veces el estilo. A mí me gusta jugar en campo contrario y, para ello, hay que ser vertical. Pienso que el fútbol va a ello. Cada vez veo menos reiteración de pases en campo propio. Se atrae para dar el golpe.

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