Loïc Williams aprovecha sus oportunidades en la zaga

A Loïc Williams se le presentó la ocasión tras el desafortunado partido de Pablo Insua con el Huesca en Los Cármenes, ya tocado de una serie de molestias en su rodilla izquierda. El central gallego quedó expuesto en varias situaciones en las que, debido a la presión que Guille Abascal pedía a los suyos, le faltó velocidad para defender con más garantía grandes espacios de terreno vulnerables ante los contragolpes rivales. Sustituido durante aquella recta final por el valenciano, ya no ha habido quien saque a Williams de la alineación.

Solo una conmoción debido a un choque de cabezas durante el partido contra el Deportivo obligó a su sustitución durante su debut como titular, precisamente por Insua. A la jornada siguiente, el central pudo incluso estrenarse como goleador al marcar en un saque de esquina el 1-2 momentáneo al Elche, que habría significado la victoria con remontada en el Martínez Valero de no ser por el empate franjiverde posterior.

Empleado como central por la izquierda en una zaga de tres hombres en los tres últimos partidos con Abascal, Loïc compitió con garantías pese a tener que compensar algún hueco a la espalda de Carlos Neva por la ubicación del capitán como carrilero. La superioridad física del valenciano en la mayoría de duelos le permite impedir que se giren los delanteros a los que marca cuando salta a hostigarles.

Las virtudes de Williams parecen convencer también a Fran Escribá, aunque el nuevo entrenador del Granada no tuvo disponibles en Burgos ni a Insua ni a Miguel Rubio, pese a que el madrileño sí estuvo en el banquillo y ya tuvo que forzar Ignasi Miquel, que arrastra una contusión costal desde la visita al Elche. El catalán rindió bien a la derecha del valenciano en El Plantío y, con sus galones, planteará al entrenador una decisión trascendental: si mantiene la apuesta por los dos centrales zurdos o si, en caso de recuperar a Rubio en la derecha, le sienta a él o al joven Williams.

Hace un año, Asier Garitano cuidó los tiempos con la irrupción de Loïc Williams en Segunda con el Tenerife. No era más que su debut como profesional y a sus dos primeras titularidades le siguieron dos suplencias. Sustituido al descanso durante un partido con el Burgos en casa a la tercera, se repuso con otras siete actuaciones seguidas de inicio ante las bajas que asolaban al equipo atrás. Sin minutos en el campeonato ni en febrero ni en marzo, Williams sí volvió a destacar en dos victorias ante Oviedo y Racing de Ferrol para terminar de asentarse en el radar de clubes que luego le quisieron fichar. Entre ellos, el Granada que ahora confía en su progresión tras pagar 600.000 euros más variables para atarle hasta 2028.