Lezama pone el talento mientras busca goleador

En el Athletic siguen instauradas ciertas dudas con las que no han acabado ni la llegada de Marcelino ni las dos finales de Copa del Rey consecutivas, perdidas ambas para desgracia de quienes habían proyectado el itinerario de la Gabarra. Los rojiblancos han adquirido el sello propio de Marcelino García Toral. El entrenador ha dado estabilidad a un banquillo en ocasiones convulso y ha dado brillo a jugadores que se estaban estancando, como Iñigo Martínez, o, sobre todo, Iker Muniain.

El '10' ha dejado atrás ya esa longeva primera etapa de jugador rebelde, pegado a la cal y productivo de menos, con muchos 'highlights' y demasiados cruces de cables. Mucho más centrado, en el viaje hasta su mejor versión se ha topado con un mediapunta clarividente que acapara atenciones y libera a sus compañeros.

Pero no hay dos temporadas seguidas sin dudas en San Mamés. Ahora el foco del debate está en el objetivo y el goleador que lo acerque. Los buenos papeles en Copa ya no bastan y, con el vecino luchando incluso por el liderato, se exige que los leones den un zarpazo a la zona europea. Necesitan para ello un goleador que no aparece. Iñaki Williams está fracasando y las sombras de Llorente y Aduriz se alargan.

Marcelino es un 'superentrenador', como ha dicho Robert Moreno. Un técnico que necesita pocos días para sembrar una idea y recoger frutos en materia competitiva. Sin embargo, como a todo el equipo, se le pedirá más. Por detrás vienen carreras pujantes como la de Iraola. Europa postergará ese inevitable relevo.

Comentar los mercados de fichajes del Athletic tiene poca ciencia. Los rojiblancos mantienen su romántica manera de ver las cosas gracias al producto de Lezama. Su cantera sale al paso cada vez que surgen voces afines a romper con la tradición y filosofía que obliga al club a fichar solo jugadores vascos –o con raíces vascas– o navarros.

Así, a día de hoy, se hace más complicado que nunca fichar. Este verano apenas se pudo cerrar con la pesca en la Playa de la Concha. Petxarromán firmó procedente del filial de la Real Sociedad. Un lateral de mucha proyección.

Unai Simón es portero del Athletic por accidente. Todos recuerdan cómo abandonó el Elche al poco de firmar su cesión para ocupar una portería que, de repente, había pasado de ser deseo de todos a no tener inquilino. Dos de los mejores proyectos de la cantera, Kepa y Remiro, volaron atraídos por el dinero y Herrerín vivía lesionado. Desde entonces, y no sin fallar, Unai Simón se ha convertido en el cerrojo que necesitaban el Athletic y España. La confianza de Luis Enrique en el meta ha sido fundamental y está jugando la temporada con el aplomo adquirido en la Eurocopa.

Es defendido por una zaga sólida que lidera otra de las apuestas personales de 'Lucho' en la Selección. Iñigo Martínez vuelve a ser el central que todos esperan, bien acompañado por Yeray y por el interesante Vivian. En bandas habría problemas con las duras lesiones de Yuri y Capa, pero Lekue y Balenziaga están sorprendiendo positivamente.

Al margen de Muniain, el equipo está plagado de talento joven por dentro. Sancet madura lento y Unai Vencedor demuestra su apellido cada vez que pisa el campo. Dani García sigue ejerciendo de ancla, duro pero eficaz 'stopper'. Sí parece rezagarse Vesga.

Por delante, el gol es tarea de todos y virtud de nadie. Raúl García pelea como siempre, pero con menos suerte. Iñaki Williams tiene evidentes problemas en la definición y Villalibre, ante la que podía ser su temporada, vive en la enfermería. La nota positiva es la aparición de Nico Williams, puro desequilibrio, y lo asentado que está Berenguer.