El Granada y los milagros
La otra mirada ·
En el estadio de La Cerámica, se abre una puerta de salida para este Granada al que su propia inconsistencia le ha relegado a sufrir por la permanencia en las trece jornadas que le restanDos victorias y 14 puntos. Ese raquítico balance que presenta el Granada tras 25 jornadas de campeonato disputadas no tiene parangón en la historia del ... club granadino en la élite desde que se instauró, en la 1995-96, el actual sistema de tres puntos por triunfo, ya que antes el premio por ganar era solo de dos unidades. Así de pobre anda el equipo que dirige Alexander Medina, que ahora mismo está a diez puntos de distancia con la salvación. El Granada tiene puesto el rumbo a Segunda y su intento por evitarlo se ha transformado en el más complicado ya que no consigue abrir por lo civil o por lo criminal una puerta para la reacción.
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Partido tras partido se han ido cerrando todas las salidas como consecuencia de la desidia de sus dirigentes y de una plantilla que no da para más. La indigencia es absoluta, tanto que lo más probable es que dentro de tres jornadas se vea al equipo mendigando a sus adversarios que se relajen lo máximo posible. Hasta este punto se ha llegado o se llegará en breve, a la espera de peligrosos 'favores', de limosnas, de equipos que en la recta final del campeonato y cumplidos los objetivos prefieran pasar de largo como verdugos del Granada. La permanencia no es imposible siempre y cuando se ganen encuentros. Sin embargo, todo indica que el conjunto rojiblanco se verá obligado a sentarse frente al ocaso de la Liga y pedir compasión a todos los que pasen por su lado. Y puede que esa calderilla no le sea suficiente.
Definitivamente, se ha perdido toda compostura, el más mínimo pudor. Ya no es que la presidenta china corrompa a quienes le rodean, sino que quienes se unen a su negocio están a su altura moral bien a gusto. Así, el Granada ya no solo sufre un maltrato deportivo insoportable, sino que padece el castigo de estar dirigido o representado por personajes de plastilina y figuritas del Belén mientras se escurre por el tobogán que le conduce a Segunda. ¿Milagros? Hasta los milagros tienen categoría. Toda la temporada arrastrándose por la Liga, perdiendo, encajando más goles que nunca, convirtiendo Los Cármenes en tierra fértil para el enemigo... ¿Milagros? Milagro es que el hincha siga acudiendo cada fin de semana aun sabiéndose engañado; que el abonado y el socio paguen; que se aguante el ninguneo con espíritu estoico y una gran dosis de añoranza. El Granada y su afición como instituciones jugarán en Primera siempre, por encima de un máximo accionista nefasto. Y sí, gritarán el «sí se puede» en su doble versión como cántico de salvación.
Este domingo, en el estadio de La Cerámica, se abre una puerta de salida para este Granada al que su propia inconsistencia le ha relegado a sufrir por la permanencia en las trece jornadas que le restan. Tras seis partidos sin ganar y ante un Villarreal renacido, el conjunto granadino debe dar, por fin, el golpe en la mesa que suponen las victorias. No es una final, porque quedan después doce más, pero se le parece bastante, la verdad. En Villarreal el Granada tiene la oportunidad de retomar el rumbo hacia la salvación que extravió hace semanas. Frente al Barcelona sumó un punto y recuperó sensaciones, pero estas se quedan vacías sin el poso de las victorias.
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