Aprender la lección
La otra mirada ·
No es para tirarse de los pelos ni para darle la espalda al equipo por una derrota tan inesperada por el corazón en el regreso a la competiciónComo una lección práctica de lo que espera en esta temporada se tomó la plantilla rojiblanca el estreno ante el Albacete. El sabor amargo por ... no poder empezar de la mejor manera la campaña era latente entre los jugadores, pero con tanto tiempo para enderezar el rumbo, una enseñanza tan esclarecedora debe contribuir a tomar cuanto antes el pulso a una categoría que algunos ya conocen. Como toda buena formación tiene una conclusión, el plantel que dirige Guillermo Abascal se quedó con el convencimiento de que hay mimbres para lograr el objetivo. Que no será fácil ya se intuía.
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No es para tirarse de los pelos ni para darle la espalda al equipo por una derrota tan inesperada por el corazón en el regreso a la competición. Sí, sin embargo, una buena causa para la reflexión. El encuentro ante el equipo manchego suponía la primera toma de contacto con un mundo conocido para la mayoría, y aunque lo habían vestido de gala como uno de los príncipes de la categoría, el Granada y su propia afición recelaban de tanto piropo. Lo que descubrió el conjunto ratificó las sospechas: quizá pueda ser sólo uno más, otro del montón de los aspirantes. En absoluto un favorito. El Albacete se ofreció de guía para mostrarle el paisaje que le espera. Los manchegos, muy ordenados y con buena presencia ofensiva, se llevaron los tres puntos sufriendo algunos sobresaltos. Impetuoso pero desenganchado del balón en las zonas importantes para intimidar lo suficiente a su enemigo, el Granada repitió errores de la pasada temporada: falta de concentración en defensa y carencia de acierto de cara al gol.
Para cuando el cuadro local comprendió las reglas del juego, el equipo visitante había establecido las pautas el encuentro: lija en defensa, pico y pala en la línea medular y algún fuego artificial al contragolpe. La entrada de Manu Trigueros en el segundo acto, el fichaje estrella de los rojiblancos, dio aire fresco al equipo, pero fue insuficiente para darle la vuelta al marcador. El Granada ha empezado a aprender la crudeza de lo que le espera, y además tiene cosas que corregir. Si su oferta sigue siendo la del primer partido, habrá motivos para tirarse de los pelos y no dejarse ni uno. Lo mejor que tiene el conjunto rojiblanco es que le restan 41 jornadas por delante, una inmensidad para buscar el objetivo. Sí, solo fue la primera derrota, pero resultó demasiado reveladora, al margen de anunciar un aumento considerable de las dudas. La ilusión se ha transformado ahora en un océano de dudas pese a que la Liga no ha hecho más que madrugar.
El Granada coge este sábado su primera maleta del curso para medirse al Racing de Ferrol, que espera llenar con tres puntos para enmendar el traspié. Los rojiblancos, que visitan al equipo revelación de la pasada campaña, necesitan ganar para tener una mejor perspectiva de su casillero de resultados tras la amarga derrota ante su afición.
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