Un equipo coral que disfruta como pocos de Primera

Apoyado por el grupo accionista mayoritario del Manchester City, el Girona es un club con grandes ambiciones con el buen fútbol por bandera. Tocó el cielo en 2017 con su primer ascenso a la élite y, después de seis traumáticas campañas en Segunda con dos saltos consecutivos frustrados en el 'play off', los catalanes regresaron a la máxima categoría en 2022 con el sello que le imprime Míchel como autor. Un juego alegre, desenfadado, que procura amasar la posesión (tuvo más que la Real Sociedad en el mismísimo Reale Arena) sin importarle el rival pero de manera muy vertical.

A buen seguro que a Míchel le habría encantado hacer como entrenador la misma carrera que hiciese como futbolista en el Rayo Vallecano, el equipo de su vida. Lo salvó de caer al abismo de Segunda B en 2017 y poco más de un año después lo proclamó campeón de Segunda para volver a Primera, donde sin embargo no hubo paciencia con él y fue cesado en marzo. No le fue mejor a su sustituto, el exrojiblanco Paco Jémez, tampoco en Segunda. Sin embargo, y otras otra experiencia con ascenso en el Huesca, Míchel cayó de pie en Girona, con afinidad incluso con Pep Guardiola como líder ideológico del City Group, para aplicar un fútbol en consonancia.

La venta del central Santiago Bueno por 12 millones al Wolverhampton, junto a la de Oriol Romeu al Barça, permitió al Girona insistir en su apuesta por el talento ucraniano. Tras el acierto el habilidoso Tsygankov el pasado invierno, firmó al espigado ariete Dovbyk por cerca de ocho 'kilos' como el traspaso más alto en su historia. Destinado a suplir a Taty Castellanos, baja sensible junto a la de Riquelme, por ahora sigue como titular Stuani.

El veterano neerlandés Daley Blind, 'ex' de Bayern de Múnich, Ajax o Manchester United, se ha sumado a una defensa consolidada por delante de Gazzaniga. A Blind lo acompaña en la zaga David López, con los jóvenes y alegres Arnau Martínez –que es baja– y Miguel Gutiérrez por las bandas. Por ahora no han encajado más que dos goles, con dos porterías a cero. Espera su oportunidad Eric García.

Pocos creyeron que Stuani se quedaría tras su descenso a Segunda en 2019, tras firmar 21 y 19 goles en las dos primeras campañas en la máxima categoría. Sin embargo, el uruguayo se quedó y con cifras de 31, 10 y 24 tantos mantuvo vivas las esperanzas de volver a Primera. Ensombrecido por Taty Castellanos el pasado curso, con su marcha vuelve a liderar el ataque. Le secundan tanto el ucraniano Tsygankov como el brasileño Sávio, otro regateador en vías de extinción como Bryan Zaragoza, sin olvidar la aportación del exrojiblanco Yangel Herrera. En el centro, quien lo dirige todo es Aleix García.