Ignacio Salcedo fue futbolista del Granada en la etapa de Tercera
El empresario, relacionado con las negociaciones para adquirir la mayoría accionarial de la entidad, no llegó a debutar en competición oficial, pero sí en un amistoso contra el Betis, en el que marcó un gol
Ignacio Salcedo, de 39 años, es un empresario de éxito cuyo nombre ha adquirido relevancia en torno al fútbol local por ser uno de los ... empresarios interesados en comprar el Granada CF, según fuentes conocedoras de la negociación en marcha, en una aventura que emprendería, en caso de prosperar, a título personal junto a otros respaldos, no a través de la empresa de la que es socio fundador y consejero delegado, Greening Group.
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Esta es una sociedad granadina líder en autoconsumo industrial fotovoltaico, cotizada en el BME Growth, mercado de valores español orientado a pymes en expansión, con más de 800 trabajadores entre su sede de la capital y las que tiene en los siete países por los que se expande. Ingeniero de Caminos, la idea de este proyecto nació en la propia Universidad de Granada hace trece años. Junto a dos socios, creó una 'spin off' que no ha parado de crecer desde entonces.
Esta notoriedad en el ámbito de los negocios encontraba un reflejo en el equipo rojiblanco al ser uno de sus patrocinadores, con aparición en la propia camiseta. Sin embargo, lo que no parecía tan palpable era el anhelo de Salcedo de acaparar apoyos para entrar en el accionariado de la entidad deportiva, algo que, al parecer, ya había intentado con anterioridad, pero no con la solidez actual, según las fuentes consultadas. Quizás, porque muchos desconocían que también había tenido su faceta como futbolista, lo que le deba un grado de sentimentalidad a la operación.
Salcedo fue futbolista del Granada en la etapa de Tercera división, centrocampista en concreto, aunque nunca debutó con el primer equipo en competición oficial. Por entonces, era jugador del filial, pero desde la temporada 2002-2003 ya llegó a entrenar con los 'mayores', más aun en la siguiente con el técnico Chema Rodríguez, uno de sus valedores en la juventud. Le intentó hacer ficha, pero los graves problemas económicos del club por aquel entonces impidieron habilitar su licencia.
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Sí se estrenó en un partido amistoso, en un trofeo Los Cármenes disputado a finales de mayo de 2004 contra el Real Betis. Con algo más de 3.000 aficionados en la grada, fue un encuentro para la protesta de la plantilla, que llevaba meses sin cobrar, con una sentada y pancartas de queja contra la directiva de entonces, que presidía el jienense Pedro Ruiz Campos, quien se ausentó del palco. Ignacio entró en los últimos minutos y metió en el alargue el tercer gol de una cita que concluyó con un 3-1.
Salcedo nació en Almería de manera circunstancial, pero se siente 100% granadino, según sus más allegados. Entró en los Veteranos del Granada CF y tuvo un paso por el Arenas de Armilla como juvenil, acompañando precisamente a Chema Rodríguez. De allí se marchó al Granada B junto a él, desde el cual ya tuvo entrenamientos con el primer equipo, comandado entonces por Pepe Parejo, al que le sucedió Rodríguez. Salcedo sufrió, como todo granadinista, con aquel ascenso truncado a Segunda B por el gol en propia puerta de Juanjo con el Quintanar del Rey.
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En la siguiente campaña, fichó por el División de Honor del Imperio de Albolote, donde conoció a Diego Martínez, pero a mitad de curso regresó al filial del Granada, aunque se quedó en una situación de indefinición al no poder competir en Liga con los 'mayores'. Entre aquellos rojiblancos estaba Manolo Lucena, actual delegado del equipo, o Francis Hernández, director deportivo se las categorías inferiores de la selección española.
Después, se marchó al Atlético Monachil, en el que militó dos años, más centrado ya en los estudios universitarios. Como Erasmus, llegó a jugar con un equipo austriaco. A su vuelta se enroló durante tres años en el Dúrcal, en Regional, etapa de la que hay una imagen en la web de La Preferente. Un ciclo más de distracción mientras se envolvía en su proyecto empresarial. Ese que le reporta solvencia para acometer retos considerables. Su sociedad se llevó un premio IDEAL en la última edición, la de 2023. Al final de su intervención hizo una declaración de intenciones vital: «Los sueños se consiguen. Lo imposible solo tarda un poquito más».
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