Dos goleadas y un mes negro cuestionan la fortaleza defensiva

2. El Granada es el segundo equipo más goleado de la categoría, solo superado por el Betis (31 por 29), pero como evidencia su posición en la tabla, este dato es algo mentiroso, ya que dos únicos partidos bastaron para que Rui Silva encajase diez tantos, en las goleadas contra el Atlético en septiembre y el Barcelona el pasado domingo. Más allá, al luso le adornan cinco porterías a cero (Athletic, Sevilla, Getafe, Elche y Betis) a falta de los encuentros frente a Osasuna y Villarreal para cerrar la primera vuelta; una cifra que podría acercarse a las ocho del curso pasado. Solo Atlético (10); Real Madrid y Real Sociedad (8); Eibar y Barcelona (7); y Getafe, Sevilla y Cádiz (6) mejoran este registro. Además, hay que sumar las de la Europa League (Teuta y Locomotive en fase previa y Omonia y PAOK en los grupos) y la del San Juan en Copa.

3. No obstante, los principales agujeros defensivos del Granada esta temporada se encuentran muy localizados. La sangría del Wanda se produjo entre las finales por Europa frente al Locomotive en Los Cármenes y la de Malmö, con muchas rotaciones contra el Atlético. Más adelante, los rojiblancos atravesaron su peor mes de competición con la condicionada visita a la Real Sociedad, en la que el juvenil Ángel Jiménez encajó dos goles, seguida tras un parón que más de media plantilla pasó confinada durante una semana por tres jornadas consecutivas en las que tres colistas provisionales fueron capaces de perforar en tres ocasiones el muro de Rui Silva (Valladolid, Celta y Huesca).

4. A poco que el equipo ganó rodaje encadenó una racha de tres porterías a cero, frente a Elche, San Juan y Betis, que solo rompió la visita al Real Madrid en el Alfredo Di Stéfano (2-0). Ahí se inició la secuencia actual, que tiene al Granada incapaz de dejar su portería imbatida en los últimos cinco partidos tras encajar ante Valencia, Eibar, Cultural Leonesa y FC Barcelona. Una dinámica que Diego Martínez espera romper mañana frente a Osasuna, quizás con la vuelta de dos baluartes defensivos como Quini y Gonalons –el galo, fundamental en la jerarquía por delante de los centrales– que habrían sido titulares el pasado domingo de no ser por sus molestias.

5. De hecho, es probable que Diego Martínez contemplase la suplencia de Carlos Neva frente al Barcelona tras forzarle en León, con prórroga incluida, con fe en que Quini se recuperase a tiempo. No fue así y el vigués se vio obligado a arriesgar; una decisión que abortó de inmediato al descanso cuando se vio con tres goles en contra. Y no solo con Neva; también con Montoro y Soldado, que no tuvo su día pese al descanso copero. Vallejo recompuso la zaga mandando a Foulquier a la izquierda, Luis Milla ganó rodaje tras dejar atrás el coronavirus y Luis Suárez trató de generar cierto alboroto, aunque el partido ya estaba resuelto.

6. Elecciones estratégicas destinadas, desde esa misma pausa, a un solo propósito: dotar al mayor número de integrantes de la plantilla del mejor estado de forma para un mes de enero muy intenso. Los cuarenta y cinco minutos de Ángel Montoro fueron esperanzadores, con mucha movilidad algo más liberado en el centro del campo y la calidad de siempre para mover al equipo en corto y en largo, con sus desplazamientos de balón habituales. Un tiempo fue suficiente para afianzar su vuelta al equipo, aunque con prudencia.

7. También ofreció buenas sensaciones Luis Milla, que dio positivo en Covid-19 el pasado 27 de diciembre. Cumplió los plazos sin mayor inconveniente y apenas ha necesitado tiempo para recuperar un óptimo ritmo competitivo, aunque habrá que ver si no acusa el esfuerzo contra el Barcelona, pese a que el ritmo de un partido ya decidido le benefició. Con él, ya solo faltaría que retornase al equipo Gonalons para que Diego Martínez pudiese contar con sus cuatro medios preferentes esta temporada, a los que no reúne desde el partido frente al Valladolid, cuando actuaron de inicio Gonalons, Milla y Montoro, con Herrera como revulsivo.

8. El partido frente al FC Barcelona sirvió además para darle vuelo a Darwin Machís, tras su lesión muscular frente al Betis, y consolidar la recuperación de Antonio Puertas, que completó el partido al completo con un buen rendimiento aunque aún se le resista el gol, frustrado por Ter Stegen en dos ocasiones, una más meritoria que otra. El almeriense estuvo un mes con mareos tras superar la Covid-19, pero fue titular frente al Barça como antes lo fue contra el Real Madrid. Poco a poco recupera su rol; también su condición de incombustible, pues también resistió sin ser reemplazado el duelo en Ipurua, pese a que las condiciones eran especialmente adversas para él.

9. El venezolano, por su parte, ha vuelto como si nunca se hubiese ido. Sin miedo a una eventual recaída, se echó al equipo a la espalda en el Reino de León y resolvió la eliminatoria con fortuna. No pudo hacer demasiado daño frente al Barcelona, pero sumó una interesante hora de juego para su explosivo motor.

10. Kenedy ejerció su papel mientras el 'vinotinto' estuvo ausente. Suplente contra el Barcelona, había encadenado cuatro titularidades hasta entonces. Su recorrido permitió al equipo actuar con dos delanteros, una fórmula inédita hasta entonces, frente a Valencia y Eibar, con suerte dispar. Los regresos de Milla y Montoro, a la espera del de Gonalons, devuelven a Diego Martínez cierta garantía en la fórmula de tres medios que ideó para este curso. El vigués mima su arsenal para este enero temible.