El ímpetu rojiblanco que impresionó a Florentino Pérez

2. Los rojiblancos acudieron al partido como juez del campeonato y parte por ir a Europa pero mucho más condicionados en lo físico de lo que cabía intuir. Ya por la mañana sorprendió la baja en la convocatoria de José Antonio Martínez, tocado del cuádriceps izquierdo, junto a la de Jesús Vallejo, que pidió el cambio contra la Real Sociedad por molestias en el aductor derecho.

3. Hubo más jugadores al filo. Entre ellos, Roberto Soldado, con dolor en una rodilla. No jugó por precaución, ante la posibilidad de agravar la dolencia, como tampoco lo hizo Carlos Neva, que cedió su lugar a Gil Dias. Durante el partido se retiraron visiblemente cargados Foulquier, Vico y Machís, pero tampoco fueron los únicos.

4. Entrevistado por Mónica Marchante para Movistar en la previa del partido, el director general Antonio Fernández Monterrubio rechazó de pleno que la suma de lesionados sirviese como excusa para este equipo que no hace más que superar sus teóricos límites. El propio Diego Martínez calificó sus ajustes antes del partido y durante como una «obra de ingeniería».

5. Un ejemplo es que Gil Dias fue desplazándose del carril zurdo al extremo diestro en el primer tiempo y luego del lateral zurdo al interior en la misma banda con la entrada de Köybasi tras él en la recta final. Con la lesión de Foulquier y la entrada de Montoro, fue Ramón Azeez quien asumió con éxito el lateral diestro.

6. Volvió a quedar patente que, entrase quien entrase, el equipo no perdía competitividad y más bien al contrario. El Granada fue a más en el partido y terminó acorralando al Real Madrid, con una doble ocasión clarísima a cinco minutos del 90' con un primer paradón de Courtois a volea de Antoñín, que salió enchufadísimo y muy fino, y una salvada bajo palos de Sergio Ramos a Ramón Azeez allí donde el belga no llegaba. Aunque ambos equipos llegaron al duelo con apenas 72 horas de descanso, fueron los rojiblancos quienes acabaron en volandas por la inercia de su entusiasmo aunque sus futbolistas cayesen uno a uno.

7. Eso mismo fue lo que alucinó a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, presente el lunes en Los Cármenes. El máximo mandatario del club blanco no viaja siempre con el equipo, y menos ahora en plena pandemia, pero hizo una excepción para visitar a su buen amigo Pepe Macanás, con quien compartió un palco de autoridades semivacío como el estadio. Quedó gratamente sorprendido por el rendimiento competitivo del equipo de Diego Martínez, una impresión que podría tener sus frutos en el próximo mercado ante la buena sintonía entre ambos clubes.

8. Como sucedió tras el empate frente al Valencia, en su rueda de prensa se pudo advertir cómo las emociones de Diego Martínez se debatían entre el lamento por haber podido rascar algo más contra el líder y el orgullo por haberlo puesto contra las cuerdas entre tantas adversidades. Aun así, se adelantó para entregar la calificación de «matrícula de honor» a su equipo por la temporada con la única premisa de cara a estos dos próximos partidos de ganar los tres puntos de Mallorca y luego los últimos ante el Athletic en Los Cármenes. Independientemente de hasta dónde lleve eso.

9. Porque si algo se desprende de ciertas decisiones del vigués fue que el duelo frente al Real Madrid era una ilusión tremenda pero no una final. De ahí que también tuviese en cuenta a los apercibidos en sus consideraciones, amenazados Soldado, Eteki, Darwin Machís, Foulquier y Víctor Díaz, todos sin castigo final, este último reemplazado al descanso para el reajuste del equipo con Puertas. De nada habría valido ganar si luego no podía afrontarse con garantías el partido de mañana en Mallorca.

10. Aunque hay topes en la política de ir al límite que pregona Diego Martínez, el entrenador reconoció la 'imprudencia' al forzar al recién recuperado Ángel Montoro. El calvario de dolencias musculares que ha torturado al valenciano no mitigó su ánimo por sumarse a sus compañeros en su desigual pulso al Real Madrid. La entrada de Montoro tuvo un impacto inmediato en el gobierno del partido. Le quedan dos encuentros más este curso para seguir disfrutando y haciendo disfrutar. Donde lleve, ya se verá.