Primer aviso de una dura temporada
Sin tiempo para lamentarse, los rojiblancos afrontan esta tarde a las 19h su segundo amistoso, esta vez con el Málaga
Poco o nada importa el resultado de un partido amistoso a 28 de agosto, pero el Granada bien pudo tomarse los tres goles que el ... Valladolid le hizo el viernes en Marbella como un aviso a navegantes. La nueva temporada 2020/21, la primera que tomará inicio en plena pandemia, se advierte como un reto muy complicado para los de Diego Martínez, inmersos en tres competiciones tras la histórica clasificación europea. Ahora, ganado el respeto de sus rivales, el nivel de exigencia sube aún unos grados más. El margen de error será mínimo. Frente al Valladolid, los tres goles encajados llegaron producto de la falta de atención competitiva del equipo. Sin tiempo para lamentarse, esta tarde afrontan de nuevo en el Marbella Football Center su segundo amistoso del verano, contra el Málaga.
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No disimuló su enfado tras el partido del viernes Diego Martínez, quien luego en las declaraciones compartidas por el club hizo un esfuerzo por quedarse con lo positivo y resaltar que tampoco habría dado importancia a según qué aspectos del duelo si los tres tantos hubiesen sido a favor en lugar de en contra. El vigués recordó en la rueda de prensa previa a marcharse al 'stage' que la plantilla está lejos aún de cerrarse y transmitió cierta inquietud con la competición a la vuelta de la esquina, con el inicio de Liga el 12 de septiembre. Exceptuando una primera media hora seria que recordó al equipo que concluyó el curso pasado con las novedades de Luis Milla como pivote y Antoñín monopolizando el ataque desde la izquierda, el Granada se pareció poco al equipo que acostumbra.
Sobre todo porque cometió errores impropios en circunstancias del juego que domina a la perfección. Concedió remates a balón parado que no suele y llevó poco peligro en la estrategia, siendo Milla el más acertado al botarla. Aunque el dominio de la primera media hora no se saldó con ocasiones, lo que sacó al equipo del partido fue una pifia de Rui Silva, que salió a ninguna parte al poco de arrancar la segunda mitad en una pugna que Domingos mantenía con Sekou. El efecto del viento, que hizo que el balón frenase su trayectoria, dejó fuera de juego al guardameta luso, que acudió al choque sin fe y a poco más que estorbar. Un gol de lo más extraño al que siguió un segundo poco después, lo que unido a los problemas de los granadinistas para generar juego y ocasiones terminó por nublarles en el choque.
Rui Silva, dubitativo
No se puede decir que el error de Rui Silva fuese algo aislado. Al luso se le vio aún menos comunicativo de lo habitual con su defensa y bastante dubitativo en varios balones que surcaron su área. También pudo hacer más en el primer tanto de Toni Villa, que acertó a disparar a su palo atravesando una maraña de piernas ante cierta pasividad defensiva después de que Waldo lograra darse la vuelta dentro del área. Aunque no lo mencionara de forma explícita, Rui Silva es uno de los futbolistas que Diego Martínez teme que puedan salir de aquí al final del mercado. En este momento su renovación parece lejana y, aunque se le ha relacionado con equipos como el Villarreal, hace días que distintos medios sevillanos barruntan un presunto acuerdo apalabrado con el Betis que, tras el fichaje de Claudio Bravo, podría concretarse en la próxima temporada cuando Rui Silva concluya su contrato.
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Tampoco pudo hacer nada el portero luso en el tercer tanto vallisoletano, el segundo en la cuenta de Toni Villa. Este vino precedido por una pérdida en campo propio de Maxime Gonalons, que el propio Villa aprovechó para tejer una jugada junto al centrocampista Anuar por banda derecha que luego llevaría hasta las redes. El galo, una de las mejores noticias de la tarde al volver a disputar minutos de juego tras superar la Covid-19 que contrajo durante sus vacaciones en Francia, dejó ver que se encuentra lógicamente lejos de su mejor nivel. De hecho, apenas pudo completar un par de entrenamientos con el grupo antes del partido. El cuerpo técnico hará especial hincapié en su puesta a punto durante esta concentración de doce días en Marbella antes del inicio de la Liga.
Diego Martínez arriesgó con Gonalons como lo hizo con Quini, según reconoció tras el partido. Dos futbolistas que en condiciones normales no deberían haber disputado minutos, en el caso del lateral tras nueve meses de recuperación tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el pasado mes de diciembre en Los Cármenes frente al Alavés. Sin embargo, el tiempo apremia y ambos arrancaron una recuperación para la causa acelerada aunque con mimo, poco a poco. También Álex Martínez, tras dos campañas con más sombras que luces. Su calvario, que comenzó en La Rosaleda malagueña aún en Segunda, se agravó el curso pasado con la aparición del síndrome de Haglund en su tendón de Aquiles. Ahora, tanto él como Quini vuelven a ver la luz al final de sus respectivos túneles.
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Nuevo test
Tal y como deseaban al revalidar su apuesta por el Marbella Football Center, los de Diego Martínez tendrán hoy la oportunidad de medirse en un nuevo amistoso, esta vez frente al Málaga. El conjunto malaguista, que aparenta rehacerse poco a poco bajo la administración judicial, se impuso en su primer test al propio Valladolid, el domingo pasado. Lo hizo gracias a un gol de su capitán Adrián González, con un equipo cargado de canteranos.
Un hijo de su academia es Antoñín, recién convocado para la Selección sub-21, que abandonó su club en febrero a cambio de millón y medio de euros y variables que contribuyeron a sanear la economía malacitana. Será un reencuentro especial para el de La Palmilla, que ya exhibió su ambición por hacerse con un sitio en el EuroGranada frente al Valladolid.
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