Luis Abram, en el centro, ayer con el grupo. ALFREDO AGUILAR

Dos espíritus en permanente conflicto

La plazoleta ·

Robert Moreno se debate entre la aplicación de sus gustos futbolísticos y la adaptación a lo que tiene

Rafael Lamelas

GRANADA

Domingo, 12 de septiembre 2021, 00:19

Con la justificación de no dar pistas al rival, los entrenadores se tiran piedras contra su propio tejado con los constantes entrenamientos a puerta cerrada. ... Fue una costumbre que se instauró con la pandemia y a la que todavía no se le ha puesto remedio. Para el periodista se complica evaluar a un equipo del que solo se ven sus calentamientos en las sesiones, que al menos es algo más que nada, pues la temporada pasada se limitó a eso y solo en las previas europeas.

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La muestra fundamental para establecer un juicio sobre el actual Granada son los tres encuentros oficiales disputados, en los que los rojiblancos no han ofrecido su mejor versión y tampoco han ganado. Es entendible que un técnico no quiera que trasciendan su plan de partido o sus acciones de estrategia, pero si no permite la difusión de sus días de transición, los medios no pueden contar ciertas sensaciones que a menudo 'positivizan' una mala racha: si al grupo se le ve conectado a pesar de los resultados, significa que a lo mejor un mal rendimiento es fruto de un accidente o de un mal día, no de una tendencia. Si no se contemplan en profundidad ciertos ensayos, todo se ciñe a la competición y esta es a veces cruel con quien sí se está esforzando mucho.

La 'bunkerización' gustaba a Diego Martínez –también amante de partes médicos confusos– y la sigue Robert Moreno, pese a la medida de gracia actual en ciertas matinales. Es una de las cosas reprochables del anterior técnico, cuyo conjunto se metió en semifinales de Copa y se sostenía con firmeza en Liga antes de que llegara la covid-19 y el 'enclaustramiento'. La prensa veía a ese equipo ejercitarse hasta que se acercaba el finde y no parecía afectar.

Robert Moreno ha querido máxima tranquilidad en estos días y se comprende. El grupo apenas ha concedido entrevistas, más allá de una suya y la comparecencia de Jorge Molina, hombre baqueteado y políticamente correcto. Moreno subraya lo bien que le ha venido el parón para ahondar en el proceso de mejora. En él parecen cohabitar dos espíritus en conflicto: el de sus gustos frente al que le inclina a adaptarse a lo que hay para acortar plazos. No es un mal debate interno siempre que salga algo positivo, cuanto antes mejor. Este lunes se verá si la quincena ha servido para una mejora táctica y sobre todo mental. Aunque se pueda contar lo justo de lo que sucede en la Ciudad Deportiva, está claro que el catalán querrá que su proyecto despegue, como ha de hacer Machís tras su flirteo. Ya no hará un viaje transoceánico, sino que tendrá que reemprender vuelos rasantes por Los Cármenes.

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