Diego Martínez, Luis Casas y Fran Sánchez conversan en Los Cármenes tras el partido con el Getafe. BALDOMERO

Segundos fuera

Bajo control ·

Algo debe suceder que desconozcamos para que el acuerdo continúe en el aire a estas alturas, tras los continuos mensajes lanzados al viento por Diego Martínez reivindicando todo lo que el equipo ha conseguido

JUAN TORRES COLOMERA

GRANADA

Miércoles, 26 de mayo 2021, 00:17

La desconfianza suele resquebrajar cualquier proyecto. Es un sentimiento que puede resultar tóxico, pero también puede ponerte en alerta ante cualquier acontecimiento que pudiera ... afectarte. Analizando la actualidad, da la impresión de que últimamente existen dos lugares en la ciudad sobre los que viene sobrevolando insistentemente dicho sentimiento: la Plaza del Carmen y el Nuevo Los Cármenes. En el Ayuntamiento, parece haberse disipado la duda sobre la continuidad del alcalde al frente del consistorio por parte de los partidos implicados. En el Granada Club de Fútbol, todavía persiste en la renovación de Diego Martínez al frente del equipo.

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«Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva». La frase es del escritor americano Stephen R. Covey. Todo lo contrario a lo que viene sucediendo entre el club granadino y el entrenador gallego. Una comunicación difícil, que se alarga en el tiempo, y por supuesto nada efectiva.

Algo debe suceder que desconozcamos para que el acuerdo continúe en el aire a estas alturas, tras los continuos mensajes lanzados al viento por Diego Martínez reivindicando todo lo que el equipo ha conseguido. La exhibición en la Europa League y LaLiga no pueden pasar desapercibidas para la presidencia del club por muy lejos que esta se encuentre. Si la señora Patricia Rodríguez ha venido para acercar la propiedad a la sociedad española, mejor comenzar por la granadina que espera la renovación del entrenador.

Urge pues extinguir el fuego de la incertidumbre y despejar el camino para planificar la próxima temporada sin sobresaltos. Si no aparece Rentao Yi, ni tampoco lo hace Sophia Yang, tendrá que ser la consejera Patricia –deducción lógica– quien deba tomar la iniciativa y proponer. Y el entrenador, por su parte, levantar el cubilete bajo el que se esconde la bolita. No resta tiempo. Acaba de sonar el gong del duodécimo y último asalto. Segundos fuera.

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