Luis Suárez celebra eufórico su primer gol con el Granada. REUTERS

Dominantes

El 'doce' ·

La evolución del equipo se manifiesta en su capacidad de aparecer como una escuadra superior a la rival cada vez en más enfrentamientos

EDUARDO ZURITA

GRANADA

Viernes, 6 de noviembre 2020, 13:24

Segunda victoria, también a domicilio, del Granada en la fase de grupos de la Europa League. Encaminada esta vez desde el arranque del duelo, madurada ... con paciencia, consolidada en su momento, sin pasar jamás apuros. Es evidente que el nivel de la Liga chipriota de élite no es comparable al de la Primera española, pero el Omonia Nicosia amargó el debut del PAOK en la fase de grupos empatándole en su casa y sucumbió como local en el descuento ante el PSV. Además, había tenido actuaciones destacadas en la fase previa de Champions, eliminando al Ararat Armenia y al Legia de Varsovia a domicilio, y al Estrella Roja por penaltis en casa, para caer ante el Olympiacos a doble partido en la última ronda. La mayoría de esos rivales con un historial europeo a años luz del debutante Granada. Pero este último ha llegado a Europa sin complejos, dispuesto a demostrar personalidad en cuantos partidos dispute.

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Han mejorado sobremanera los terrenos de juego en la isla chipriota. Aún están en la memoria de muchos las visitas de la Selección o de algunos de los equipos punteros españoles a estadios donde se afrontaban duelos sobre auténticos patatales. Era una de las armas para combatir la aplastante superioridad de los visitantes. No es que el césped del GP Stadium fuese una alfombra, pero ofreció un tapiz adecuado para que el equipo con más fútbol impusiese su ley. El Granada dominó cuándo, cuánto y cómo quiso. El peligro de los locales sólo apareció tras aumentar la diferencia en el marcador, con los granadinistas dándose unos minutos de asueto con despistes por sus laterales que pudieron costar algún disgusto.

La evolución del equipo se manifiesta en su capacidad de aparecer como una escuadra superior a la rival cada vez en más enfrentamientos. Es este el hecho que está convirtiendo a este plantel en el más completo de la historia futbolística del Granada. Es cierto que los equipos de finales de los sesenta y principios de los setenta dejaron una huella indeleble entre los que pudimos contemplarlos, pero aquel Granada, aguerrido y temible como local, pocas veces imponía su superioridad a domicilio, donde sus prestaciones solían acusar bajones notables. Este Granada de Diego Martínez, que se está moviendo por la Europa League con hechuras de conjunto con experiencia en lides europeas, es capaz de plantarse como dominador en muchos campos, y mantiene sus niveles de confianza tanto si es local como si actúa de visitante. La racha de resultados del final del campeonato liguero pasado a domicilio fue espectacular, y lo está siendo este curso en la competición europea. El juego de este Granada se está convirtiendo en lo nunca visto por su extasiada parroquia.

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