Involución

Los tres puntos ante el colista de la categoría –un equipo bien ordenado por Lucas Alcaraz pero muy escaso de mordiente- no deben ocultar la involución en el juego que los de Paco López llevan demostrando en las últimas jornadas. Ante el Cartagena se ganó un partido complicado aunque sin brillantez. Frente al Levante se cayó justamente, tras un desempeño muy pobre. El partido ante el equipo balear fue penoso, pésimo de juego, resuelto con una jugada a balón parado –al fin un gol a favor de esta guisa- y una brillante individualidad de un Bryan Zaragoza que pide a gritos participar con más minutos.

Esas dos jugadas y poco más fueron lo ofrecido por el Granada. Es cierto que el parte de lesiones, semana tras semana, pone complicada la continuidad de un bloque, pero también lo es que ciertas piezas pasan por un periodo de bajo rendimiento preocupante, casos de Puertas o del propio Callejón. El centro del campo está con los efectivos muy mermados –Meseguer y Rochina lesionados, el segundo descartado para el resto de temporada; ante el Ibiza, Petrovic también fue baja por gripe-, y la zona de delantera da muestras de un preocupante bajonazo en rendimiento.

Melendo es el único jugador que aporta sensatez en el centro del campo, aunque su físico lo limita, lo que le lleva a no poder mantener el ritmo más allá de la mitad de las segundas partes. Requiere estar mejor acompañado para liberarse y emplearse en lo que es brillante: la costura del juego creativo y las asistencias a los delanteros. Ante el Ibiza lo escoltaron primero Bodiger –su típico segundo tarde para el corte le lleva, partido tras partido, a la amonestación; ante el Ibiza en el primer minuto de partido, mermando sus capacidades de corte- y después un aún falto muy falto de ritmo competitivo Sergio Ruiz.

Ante la ausencia de centrocampistas, Paco López confía en un esquema de tres centrales con dos laterales adelantándose en ataque como volantes, responsables de penetraciones y centros laterales. Quini y Neva se mostraron abnegados, pero incapaces de otorgar una asistencia bien direccionada. Esta situación se repite incluso con Ricard en el lateral derecho, que mejora el tránsito ofensivo pero hace aguas en el defensivo. El equipo no es certero en el remate en muchos partidos, pero en los dos últimos ante Levante e Ibiza es que ha llegado poco y mal al área.