Ángel Montoro felicita a Luis Milla durante la pausa para la hidratación del segundo tiempo, con el equipo ya con la ventaja de 2-0 en el marcador. P. V. / GCF
La Resaca

El hijo de Luis Milla se parece más a Redondo que a su propio padre

En un equipo tan bien armado como el del Granada, la presencia de este mediocentro no chirrió y tuvo un fenomenal impacto

Lunes, 14 de septiembre 2020, 00:35

1. Cargar con el peso de un apellido no siempre es fácil, pero Luis Milla Manzanares nunca ha tenido prisa por desprenderse de esta carga. ... De hecho, porta la herencia con orgullo, no sólo la nominativa sino también la futbolística, con una evolución pausada pero firme hasta debutar en Primera división con 25 años, sin precipitarse. Había muchas expectativas puestas en el fichaje más caro de la historia del Granada, por el que el club pagó 5 millones de euros a tocateja, el precio de su cláusula de rescisión. Con actuaciones tan deslumbrantes como la del sábado, comenzará a amortizar rápido esta cantidad.

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2. El hijo de Luis Milla Aspas juega también de mediocentro, tiene mucho criterio para el pase, pero ahí parece acabar la comparación con su progenitor. Mucho más vertical y dinámico, por su estilo recuerda a uno de los compañeros que su padre tuvo en su etapa en el Real Madrid: Fernando Redondo.

3. El argentino tenía una envergadura considerable y era zurdo, lo que le aleja de los Milla, pero tenía esa capacidad de decisión con la pelota que rompe líneas y genera desconcierto en el rival, no exento de un disparo potente y preciso que solía emplear desde la distancia. El tanto con el que el debutante rojiblanco se estrenó lo podía haber firmado perfectamente aquel número 5, el mismo que ahora luce el nuevo diamante de Los Cármenes.

4. No parece fácil el cambio de Segunda a Primera, ni integrarse en un equipo ya formado, con unos automatismos tan definidos. Retos que no asustaron a este madrileño, que enseguida se orientó ante un rival bravo como el Athletic Club y encajó en la medular de los nazaríes como si llevara media vida actuando con los compañeros que tenía alrededor.

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5. Dicen que Milla es un tipo tranquilo y muy educado, con la cabeza bien amueblada por quien le transmitió la pasión por este deporte, quien le ha orientado en sus decisiones. Entrenador y comentarista televisivo en la actualidad, Milla sénior pareció intuir que el paso adelante en la carrera de su chico encontraría un formador inconmensurable en su colega Diego Martínez. Ahí está la progresión de Yangel Herrera, deseoso de seguir por un tiempo más a sus órdenes.

6. El gallego ha rearmado la zona de construcción de su escuadra para darle cobijo a Milla. Forma un trío prometedor junto al venezolano y Ángel Montoro, por el que pueden aparecer en cualquier momento futbolistas como Gonalons, Eteki o Azeez. En la preparación, Milla se acopló como eje de esta franja, pivotando en el enlace entre la defensa y el ataque. Sin embargo, frente al Athletic abandonó esta referencia algo más rígida y se soltó por todo el campo, a veces percutiendo en la presión junto a Soldado y otras aproximándose a los otros mediocentros para buscar una salida ordenada.

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7. El planteamiento tardó un poco en cuajar, aunque resultó fulgurante tras el descanso para agravar la ventaja local. Esa llegada de atrás tanto de Herrera como de Milla reventó a los vascos, que tras los sopapos se encontraron un enemigo que supo gestionar la energía y guarecerse, sin renunciar a atacar y a posesiones de balón más prolongadas. Diego Martínez ha enriquecido su muestrario táctico con esta aportación. En cada momento, cada cual sabe interpretar el rol que toque: retroceder, apretar, bascular a un costado o saltar al quite. Con la pelota, igual, buscando pasillos hacia los hombres libres y mejorando la armonía. Esta gestión no deparó ninguna catarata de llegadas al área contraria, pero sí las suficientes.

8. Las buenas sensaciones son compatibles con el margen de mejora evidente. El acondicionamiento físico afianzará a la plantilla, aunque también hay que considerar que llegarán adversarios con mayor contundencia que la mostrada por el Athletic. Este Granada ilusiona y deja la impresión de que lo mejor está aún por llegar. A lo ya de sobra conocido se une un volante dispuesto a desafiar la memoria de su padre, que militó en los dos grandes.

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9. Queda por ver mejor a Kenedy, aún sin fuelle, y esperar al bautismo de Soro y la aparición de Jorge Molina. El telón se levantó y todo sigue en orden, pero esto acaba de empezar. El jueves llega un reto mayúsculo. El primer desafío de los tres a afrontar para llegar a la Liga Europa. Con ello, un recrudecimiento del calendario, con dos partidos semanales que chequearán el fondo de armario. Es la exigencia para los conjuntos que concluyeron el ejercicio pasado en la parte alta. Al Granada le viene antes que a otros. A todo tendrá que habituarse. Con celeridad, como Milla con esta camiseta con la que ya luce y celebra.

10. Desde 2014 el Granada no ganaba en la primera jornada. Otro complejo abatido por este cuadro que no se recrea en las consecuciones y mira adelante. Esa mentalidad de hierro que cautiva a los que están y hace volver a algunos que marchan. Un estilo que tal vez aferre a Rui Silva.

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