Gonalons se afianza como el único fijo en la medular

A sus 32 años, Maxime Gonalons no ha tenido por ahora descanso ni en la dolorosa goleada encajada en Vallecas. Es indispensable para Robert Moreno como lo fue para Diego Martínez, bajo cuya dirección participó en 40 de los 58 encuentros de la pasada temporada con 2.546 minutos pese a que atravesó distintos percances, la mayoría musculares. Contrastado al máximo nivel por su pasado en el Olympique de Lyon sobre todo, Gonalons garantiza a su equipo una salida de balón limpia desde atrás, precisión en el envío en largo y jerarquía en todo tipo de aspectos del juego durante el desarrollo de los partidos, con mando en plaza. De ahí que sea tan valioso para sus entrenadores. Para Robert Moreno, en concreto, a la hora de construir las jugadas desde atrás formando una línea de tres hombres junto a los centrales, aunque de momento sin demasiado éxito.

Gonalons asimiló junto a Diego Martínez la idea de la 'eterna lucha' y adoptó el perfil camaleónico de su equipo. Sin embargo, esta campaña le está tocando sufrir más que disfrutar, sin demasiado contacto con el balón en los empates ante Villarreal y Valencia y barrido como el resto de sus compañeros en Vallecas. A su lado, Robert Moreno ha probado distintas combinaciones. En el Estadio de la Cerámica le acompañaron Monchu Rodríguez y Luis Milla, que se postularon como las opciones preferentes del entrenador durante los amistosos de verano. A la hora ingresó Ángel Montoro, con quien se entiende a la perfección. El equipo mejoró algo, aunque pudo ganar como, sobre todo, pudo perder.

Montoro se ha hecho con un sitio en la alineación titular desde entonces, de la partida frente al Valencia y el Rayo Vallecano. Contra el conjunto che mantuvo su sitio Monchu Rodríguez sobre Luis Milla; el balear posee el 'ADN' de La Masía que tanto gusta a Robert Moreno, aunque el catalán ha manifestado en reiteradas ocasiones su debilidad personal por el madrileño. Sin embargo, un duro golpe con la rodilla de Uros Racic abrió a Monchu una brecha en el párpado que, si bien no le apartó de inmediato del encuentro, contribuyó junto a una cartulina amarilla a que Milla le sustituyera en el intermedio. El Granada, que mandaba en el marcador con un gol de Luis Suárez, se reordenó ante las acometidas de su rival pero fue incapaz de conservar su ventaja en la recta final por una torpeza de Antonio Puertas cuando más controlado tenía el encuentro.

El último precedente en cuanto a las combinaciones de Robert Moreno en la medular es el de la debacle de Vallecas, de la que no se puede extraer ninguna conclusión positiva. La máscara que tuvo que portar Monchu Rodríguez para proteger su herida en el párpado condicionó su suplencia en favor de Luis Milla y Maxime Gonalons y Ángel Montoro permanecieron intocables, pero el encuentro se fue al traste bien pronto, a los tres minutos. El Granada intentó reaccionar desde la posesión de la pelota, probablemente el guion de partido que tenía pensado el entrenador, pero fue incapaz de gobernar el duelo o hacer daño a su rival, que se relamía al contragolpe. Con 3-0 ya al descanso, Yan Eteki disputó sus primeros minutos en Liga tras recuperarse de su lesión muscular al sustituir a Milla a la hora de juego y Monchu dio el relevo a Montoro en el último cuarto de hora. Como en anteriores partidos, el equipo se reordenó en un 4-4-2 con la entrada de Rubén Rochina por Luis Suárez al final, pero ya sin ninguna relevancia en el encuentro.

Con el estreno de Yan Eteki y los despidos de Ramón Azeez y Álvaro Bravo, a Robert Moreno no le queda más que un centrocampista por probar: el canterano granadino Isma Ruiz. El entrenador le calificó como «una grata sorpresa» en verano tras probarle como única alternativa a Maxime Gonalons en el eje de la medular durante los amistosos. Aunque con ficha del filial, se ha ganado a todas luces un lugar en la primera plantilla. Espera paciente una oportunidad cuando el equipo le necesite, en principio como solución de emergencia al menos hasta que arranque la Copa del Rey en diciembre.

En cualquier caso, es una opción más para Robert Moreno, que habrá contado con hasta quince días cuando el Betis visite Los Cármenes para resetear a su equipo después del desastre en Vallecas. Está por ver si la reacción se refleja tanto desde la pizarra como el entrenador habrá procurado en la mentalidad de sus jugadores. No parece, salvo sorpresa, que Maxime Gonalons vaya a desaparecer de sus planes.