Una oportunidad ante una crisis mayor

El entrenador del Granada no escondió –porque tampoco puede hacerlo– que enfrentarse al FC Barcelona en el que se formó y en su colosal estadio le genera una ilusión particular. Una motivación añadida para que su equipo ofrezca la mejor imagen posible bajo los preceptos de buen fútbol que persigue, de ahí que cueste creer que vaya a guardarse algo de cara a la visita de la Real Sociedad a Los Cármenes este jueves. Tampoco puede permitirse especulación alguna, pues su crédito ya está en entredicho para la hinchada. Robert Moreno se aferra como a un clavo ardiendo a los veinte minutos en los que sus futbolistas superaron a los del Betis el pasado lunes. Un tramo que coincidió con varias decisiones que tomó desde la pizarra en forma de revulsivos.

Rubén Rochina se postula como una de las probables novedades en la alineación titular rojiblanca en el Camp Nou. Su precisión en el desplazamiento de balón generó las principales ocasiones de peligro en ataque del Granada en su última derrota. Formado como delantero centro en La Masía pero exiliado al ver demasiado lejos la oportunidad con el primer equipo e incluso con el filial que dirigían entonces Luis Enrique y el propio Robert Moreno ya como segundo, también para Rochina supone un aliciente este partido.

Contra el Betis también aportó claridad en la salida de balón la entrada del peruano Luis Abram por Germán Sánchez a la hora de encuentro, por lo que también presenta su candidatura a la titularidad. Luis Milla, recuperado de sus molestias, podría regresar al 'once'; su tocayo Suárez, indiscutible para Robert Moreno como su único goleador en lo que va de Liga con dos dianas, apunta al costado zurdo en el que se viene desenvolviendo con mayor comodidad que como referencia, un rol que aún asume con mayores galones Carlos Bacca.

En principio, el catalán mantendrá la confianza sobre Santiago Arias, que jugó frente al Betis un partido completo por primera vez un año después de su lesión, con más sombras que luces. Aguarda inédito Quini, uno de los miembros de la 'vieja guardia' en la que se apoyó el Granada para volar de Segunda a Europa y de la que a día de hoy solo parece convencer plenamente al actual entrenador Ángel Montoro. Bajo palos, ya efectuada la alternancia tras el parón, seguirá Luís Maximiano tras sus meritorias paradas en su estreno.

Han pasado solo cinco meses desde que el Granada asaltó el Camp Nou por primera vez en su historia y, sin embargo, parece toda una vida. Aunque el grueso de la plantilla se mantiene, cuesta reconocer al equipo que fue capaz de sobrevivir al talento de Leo Messi y remontar al contragolpe en la segunda mitad. Aunque Robert Moreno se esfuerza por tejer su propia historia con algún menosprecio por la obra de Diego Martínez, su predecesor, sí reconoció que toma este precedente nostálgico como referencia. Fue la última gran gesta del 'EuroGranada'.

Aquel día, el FC Barcelona podía colocarse líder de Primera división con todo a su favor a pocas jornadas para la conclusión del campeonato. Sin embargo, a Ronald Koeman se le quedó cara de pasmarote y arrecieron las dudas contra su figura. Finalmente se mantuvo en el cargo, pero la discusión en torno a él se mantiene. Vuelve a reencontrarse con el Granada en una situación crítica para él tras el 0-3 del Bayern de Múnich en Champions y cargado de bajas –recientes las de dos fijos como Jordi Alba y Pedri– y apenas sostenido ya por la savia nueva a la que promocionó y a la que entrega su destino. Ese que Robert Moreno espera truncar en favor del suyo propio. En condiciones normales podría decirse que el Granada no tiene nada que perder, pero esta vez le urge recuperar su crédito.