El Granada estudia la reapertura de Los Cármenes al 30% esta temporada si se lo permiten

El club rojiblanco no se encuentra entre los clubes más beligerantes en este aspecto, como es el caso de la UD Las Palmas, que anunció a través de su presidente Miguel Ángel Ramírez su intención de jugar el próximo 13 de junio ante el Girona con un máximo de 11.000 aficionados en el Estadio de Gran Canaria, un tercio de su aforo. Aunque por ahora esta cuestión es puro debate y conjetura, el Granada no le haría ascos a la posibilidad y la estudiaría.

La limitación estipulada sería de un tercio del aforo, por lo que a Los Cármenes accederían bajo esta hipótesis algo más de seis mil personas, menos de la mitad de sus abonados esta temporada, dejando libres varios asientos entre ellas para mantener la distancia social. Por el momento el Granada no ha anunciado de qué forma compensaría a sus abonados si la Liga se terminase a puerta cerrada, aunque trabaja para articular las fórmulas. Baraja, entre otras, la devolución del porcentaje por los partidos perdidos –un 30%– o teniéndolo en cuenta para el carné de la próxima campaña, así como canjeando el dinero correspondiente en las tiendas oficiales.

Al respecto de este debate, la presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, se limita a pedir «prudencia» para no «adelantar los plazos» en la vuelta del público a los estadios de fútbol. También incide en que esta debe producirse «de forma que se garantice la igualdad entre los equipos y se respete la integridad de la competición». Es decir, que como se ha hecho hasta ahora también en la desescalada del fútbol con las distintas fases de entrenamientos, todos avancen al mismo ritmo. Supondría un agravio deportivo que unos equipos compitiesen con su público y otros no.

Lozano consideró que se debe seguir «paso a paso, sin precipitarse, y pensando siempre que por encima de todo está la protección de la salud», ya que «parecía impensable que LaLiga retomase su actividad, pero en apenas una semana lo va a hacer». LaLiga, por su parte, se limita a expresar que no tendría competencias sobre este asunto.