A la espera de la mejor versión de Darwin Machís

El futbolista anda algo distraído aún tras pedir al club al inicio del verano que escuchase ofertas si eran interesantes tanto para él como para la entidad. Incluso dejó caer alguna publicación en redes sociales que se prestaba a la especulación mexicana. Darwin Machís había completado la mejor temporada deportiva de su vida con el escaparate de la Europa League y estuvo abierto a un salto en su carrera, interesado también en un cambio de aires tras verse implicado en un incidente extradeportivo en abril por un presunto enfrentamiento en un local de restauración del cinturón metropolitano bajo investigación de la Guardia Civil. No obstante, por ahora su realidad es que sigue siendo futbolista del Granada. Y su actual entrenador, Robert Moreno, es el principal interesado en obtener de él un rendimiento como mínimo similar al que ofreció con Diego Martínez el curso pasado.

Darwin Machís jugó la barbaridad de 2.904 minutos en 46 partidos el ejercicio anterior, con ocho tantos y seis asistencias casi siempre desde el costado zurdo del ataque. Rubricó la jugada en la que trabaja para especializarse con dos golazos al Locomotive Tbilisi y al PSV Eindhoven en las fases previa y de grupos de la Europa League y al Levante en Liga. Fue indiscutible para el 'chamán', pero uno de los pocos percances físicos que sufrió durante la campaña le dejó fuera durante el calentamiento de la vuelta de los dieciseisavos de final de la competición continental ante el Nápoles en el estadio Diego Armando Maradona. Fue una lesión fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda de la que se recuperó en menos de un mes aunque más tarde se le repitió en la derecha, ya concluida la Liga, hasta dejarle fuera de la Copa América.

El venezolano regresó antes que sus compañeros al trabajo en la Ciudad Deportiva para tratarse de su lesión, a finales de junio, y se recuperó a tiempo para iniciar la pretemporada como uno más para Robert Moreno. Sin embargo, aún no se le ha visto cómodo con el entrenador catalán. Durante los amistosos veraniegos contra rivales de inferior categoría a los que el Granada dominó desde la posesión de balón, a Machís le costó entender lo que el técnico le pedía para aparecer en espacios interiores más que sobre la cal y no consiguió penetrar a la espalda de las defensas rivales como a él le gusta.

Esta falta de 'feeling' entre futbolista y entrenador hasta la fecha se ha visto traducida en un menor protagonismo y suplencias, aunque también influyen las molestias musculares que iba arrastrando hasta perderse el último duelo con el Rayo Vallecano, cuando se quedó sin convocar. Darwin Machís salió desde el banquillo en los dos partidos que el Granada ha jugado ante su afición en lo que va de curso: en el torneo de presentación frente al Málaga y en la segunda jornada de Liga contra el Valencia. Jugó íntegra la segunda mitad del amistoso y solo los últimos veinte minutos frente a los ches. Sí fue titular en la apertura del campeonato en el Estadio de la Cerámica, ante el Villarreal, aunque tampoco entonces cuajó un buen encuentro y fue sustituido por Jorge Molina en el último cuarto de hora.

Aunque ya trabaja junto al grupo, el cuerpo técnico espera a que Darwin Machís deje definitivamente atrás estas molestias en el bíceps femoral de su pierna derecha para recuperar su mejor versión, la que le convierte en un futbolista capaz de decantar un partido por sí solo con su desequilibrio, potencia y pegada. El venezolano mantiene contrato hasta 2023 y su cláusula de rescisión oscila los 30 millones de euros después de que el club abonase en varios plazos una suma próxima a los siete 'kilos' por el 100% de sus derechos, que pertenecían a la red de Gino Pozzo. De hecho, la entidad debe encarar su ampliación de contrato para no afrontar el mercado de fichajes del próximo verano con una última temporada de vinculación con el jugador. Es el propio Darwin Machís quien debe demostrar sobre el terreno de juego en estos próximos meses lo que tiene en mente.