El exrojiblanco Fede Vico golpea un balón en un entrenamiento con el Leganés esta semana. CD LEGANÉS
Exrojiblanco

Fede Vico: «Ya queda poco de mi etapa, pero Granada siempre será mi casa»

Entrevista ·

Primer reencuentro con el mediapunta artífice del último ascenso, que rememora su paso con nostalgia: «La fascitis plantar de 2019 marcó mi carrera»

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 19:11

Fede Vico estuvo charlando hace unos días con Víctor Díaz, todavía capitán del Granada desde que llegase al equipo un año antes incluso que el ... cordobés, en 2017. «Recordamos el grupo de amigos que formamos y lo mágico que fue ascender e ir luego a la Europa League y llegar hasta cuartos de final... Fue irrepetible», rememora el ahora mediapunta del Leganés durante una entrevista con IDEAL. Este domingo espera en Butarque a muchos de aquellos compañeros, aunque cada vez son menos, en su primer reencuentro con el conjunto rojiblanco desde su salida en 2021. «Ya queda poco de lo que fue ese Granada», asume, resignado, tras vivir «con pena y rabia» desde fuera el reciente descenso. «Para mí siempre será un equipo de Primera», sostiene.

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La de hace dos veranos no fue la primera vez que Fede Vico firmaba un contrato con el Leganés, curiosamente, aunque nunca llevase su camiseta en la anterior. Ya fue 'pepinero' en 2018, fichado como hombre libre al expirar su contrato con el Lugo, aunque la cesión con opción de compra para el Granada por 250.000 euros en caso de ascenso estaba «ya cerrada» como parte del acuerdo. «Todos salimos ganando», sonríe ahora. «Aquellas tres temporadas fueron mi mejor época deportiva. Di mi mejor rendimiento, pese a las lesiones y aunque no jugué mucho el último año. Tanto el Córdoba como el Granada son los dos equipos que llevo en mi corazón. La ciudad es mi segunda casa y adoro a la gente. Tengo muchos amigos entre aquellos compañeros que me llevé conmigo: Antonio Puertas, Quini, Manolo Lucena, el médico Dioni González, el fisioterapeuta Alberto Lara... y seguramente no haya nombrado a muchos», admite.

En su recuerdo permanece imborrable aquella temporada en Segunda división. «El equipo venía de no ascender en una temporada en la que estaba obligado a hacerlo sí o sí y, nosotros, sin presión y tras firmar a jugadores con muchas ganas de reivindicarse como Álvaro Vadillo o yo, formamos un grupo muy sano. Casi todos éramos andaluces y nos conocíamos de antes. Y Diego Martínez hizo un trabajo magnífico: cogimos rápido su idea y desde el primer momento funcionamos como equipo», esgrime. Fede Vico era el mediapunta indiscutible de aquel salto histórico: «Me sentía muy importante y con mucha responsabilidad. Siempre jugué muy suelto y con muchísima confianza, que es fundamental para el fútbol y más en mi posición».

Una lesión poco común

Fede Vico no dejó de ser el mediapunta de Diego Martínez tras el ascenso a Primera. Titular en los cuatro primeros partidos del equipo, solo una terrible lesión le dejó fuera de juego en Vigo. Lloró sin tan siquiera imaginar hasta qué punto aquella fascitis plantar iba a ser un antes y un después en su carrera. «Me marcó como para estar donde estoy ahora. Siendo franco, sin lesionarme y habiendo seguido jugando, a lo mejor estaría en otro lado. Fue un año difícil, porque la recaída posterior también fue chunga. Ya no competí hasta febrero y al mes fue la pandemia. Se acumularon circunstancias que no podía controlar. Me acuerdo más de aquella lesión que de la rotura del ligamento cruzado que sufrí hace un año, porque había tan pocas referencias que sentía mucha incertidumbre y, además, fue en el peor momento posible cuando mejor estaba. Me salí de la rueda», comparte.

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Nada volvió a ser igual para él, aunque tras el confinamiento tuvo un papel importante en la consecución del hito de la clasificación continental. «Fui revulsivo y solución en el medio por las bajas con toda la tralla que hubo», destaca. Fede Vico jugó media hora en Albania contra el Teuta en el primer corte de la fase previa, pero tras esta fue uno de los descartados junto a Quini y Ramón Azeez para la lista de la Europa League. «No entendí esa decisión, sinceramente, aunque la respetara. Creía que me lo merecía, como todos, y lo pasé muy mal. Fue un palo muy gordo, como la lesión. Un momento muy jodido. Me sentó fatal... no tendría orgullo si no hubiese sido así», manifiesta. «Con todo, siempre viajé y el grupo me hizo sentir partícipe aunque no jugara», agradece.

Con el cambio de sistema por el que apostó Diego Martínez en su tercera temporada al frente del equipo al apostar por tres centrocampistas, dos extremos y un delantero, Fede Vico se quedó sin sitio. «Lo hablaba con mi familia y mi representante y entendía que mi posición es muy específica y que si se juega sin ella salía del esquema. El equipo estaba volando y todos estaban jugando muy bien», comprende. «Estaba jodido, pero lo entendía y esperaba mi oportunidad. Nunca bajé los brazos y siempre estuve disponible. Fui profesional», defiende.

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Parecía que sí, pero al final nadie le ofreció la renovación al final de aquella campaña. «Había mucha incertidumbre con respecto a quiénes iban a seguir, también en la directiva, y al final no pude continuar con los nuevos», asume Fede Vico. Vivirían una situación idéntica un año después Germán Sánchez y Ángel Montoro: «Los equipos evolucionan, pero no entendí que no siguieran tras el descenso dos capitanes como ellos, que con su carácter eran la identidad del Granada».

Fede Vico afronta con ganas el reencuentro pese a tantos cambios. «Me gusta ver los partidos del Granada, aunque no veo mucho fútbol, para comentarlos con mis excompañeros como ellos hacen con los míos en el Leganés. Es un equipo totalmente diferente en casa y fuera, pero puede tener el balón y dominar como le gustaba hacer a Paco López en el Levante», reseña. Espera en la segunda vuelta los aplausos con los que no pudo despedirse de Los Cármenes, aún vacío por el coronavirus en su último partido: «Es una espinita clavada. El público me dio mucho y creo que disfrutó conmigo».

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Ahora es feliz en Butarque, ya olvidada la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que se produjo precisamente en días como estos, el 22 de noviembre de 2022. «¿Ya ha pasado un año? ¡Pensaba que fue el 26, que fue cuando me operé, para que tú veas! Una lesión así nunca es fácil, pero ya salí de ella. Me encuentro muy bien. A ver, obviamente no está como la otra rodilla, pero no me limita ni se me resiente, así que estoy contento», celebra. Fede Vico cree que su equipo puede plantar cara al Granada: «Llegamos con una buena dinámica y sobre todo en casa. Hemos perdido pocos partidos; si no podemos ganar, empatamos. Vamos a intentar seguir con esa dinámica, porque el balance es positivo. Empezamos regular y cambiamos muchas veces de sistema, con cuatro o cinco atrás, pero nos gusta el trato de balón con bastantes jugadoers entre líneas. Somos un equipo que quiere dominar los partidos».

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