Diego Martínez: «Volvimos a sentirnos el equipo que somos»

Como la victoria iba más allá del partido en sí, Diego Martínez inició su comparecencia en la sala de prensa con su habitual 'enhorabuena a todos' –que cambia por 'enhorabuena al rival' en las derrotas- seguido por un matiz novedoso, «a los que jugaron y a los que no». Fue una victoria de equipo y hasta de club, tras una racha oscura. «Este triunfo es de todos y cada uno. El equipo hizo un partido muy completo. Tuvimos la primera ocasión, de Yangel, que fue triple; defendimos con mucha concentración; tuvimos muchas ocasiones, y quizás debimos concretar el 0-2 en la segunda mitad al contragolpe; robamos 19 balones en campo contrario; y conseguimos la segunda portería a cero consecutiva –tras la de Tesalónica en Europa League-, que es importante», enumeró el vigués entre los méritos de su equipo en Elche. Y aun así, lo más importante, más allá de ganar, eran «las sensaciones».

«Cada encuentro tiene sus circunstancias, pero este fue un partido muy completo del equipo, que hasta cuando no ganó dio la cara. Esté más o menos acertado, siempre es competitivo y lo intenta. No hay ningún equipo que gane todos los partidos, y menos nosotros», esgrimió Diego Martínez, sin querer pasar tan rápido la página de las derrotas. «Cuando uno gana lo ve todo con más optimismo, sobre todo tras un buen partido ante un gran rival como el que teníamos enfrente, que lleva una temporada magnífica. Pero no me quiero quedar solo con el resultado», insistió el entrenador del Granada, que rescató la «energía final» que permitió a los suyos empatar al Huesca cuando todo parecía decantado y rozar las tablas con el PSV en Los Cármenes. «No sería justo olvidar todas las cosas buenas que el equipo también hizo en aquellos partidos, con mayor o menor acierto, dentro de que evidentemente queríamos ganar en Elche y romper la racha negativa de resultados. Hacerlo con estas sensaciones, mejor que mejor», se congratuló.

A Diego Martínez le preguntaron durante su intervención por dos jugadores en concreto: Luis Suárez, autor del único gol del partido, y Darwin Machís, su asistente. «Me alegro mucho por Luis porque además está jugando en una posición más escorada, desde la izquierda, pero esa ubicación le da la posibilidad de correr más hacia la espalda y llegar a zonas de remate. Además, se sincronizó muy bien con los mediocentros», desgranó. Sobre el venezolano fue irónico –«juega bien en la derecha solo cuando se gana; si no, tiene que volver a la izquierda»- pero luego asomó su faceta más paternal: «Con él estamos consiguiendo, y se lo dije, un jugador más completo. Ha aumentado sus registros. Antes era imposible que jugara en la derecha y ahora nos puede dar cosas como las de hoy, sacando amarilla a los dos laterales zurdos. Que pueda jugar en los dos perfiles le hace más completo. Contra el Huesca defendió con mucha concentración todo el partido. Estamos encantados con él. A veces le tenemos que exigir y tirar de las orejas, pero es un fenómeno. Nos da mucho dentro y fuera del campo y le agradezco todo su esfuerzo. No solo hoy».

Pero, sin embargo –y aunque poco amigo de individualizar-, Diego Martínez sacó a la palestra la actuación de Roberto Soldado, capitán en Elche, cuando se le preguntó por el autor del gol. «No quiero quedarme sin destacarle. Con una labor muy gris fue brillante para el equipo. Hizo el trabajo que no se ve pero es fundamental para el equipo. Solo le faltó el gol, pero nos dio argumentos que el equipo no estaba teniendo últimamente», le recompensó.

A modo de anécdota, en tiempos de cinco sustituciones Diego Martínez tardó 73 minutos en realizar su primer cambio, el de Antonio Puertas por Luis Suárez. «Veía al equipo y bien, creí que estábamos bien ajustados. Muchas veces haces cambios por molestias o por modificar algo, pero no lo vi necesario; luego es difícil que quien entre se ponga al mismo ritmo de un partido que estaba trepidante, con el Elche volcado en busca de la igualada», justificó. Cerca del 90' le pidió el cambio Gonalons, que timoneó un gran trabajo en la medular junto a Yangel Herrera y Luis Milla. «En esa zona preparamos el partido como siempre, en función de las circunstancias del rival, que tenía mucha movilidad. No permitimos maniobrar hacia delante y por dentro a jugadores con un gran nivel técnico», felicitó Diego Martínez a los suyos. La concentración y la intensidad son algunas de las «sensaciones» a las que se refiere.