El gol de Casemiro empequeñece un buen partido de Jesús Vallejo

No esperó para ser determinante en el partido. A los dos minutos de juego ya tapó una ocasión de Benzema que se iba directa a portería. Aunque actuó por el lado izquierdo del centro de la zaga del Granada, cubrió el sitio de Domingos Duarte para taponar el disparo del francés y empezar a coger sensaciones sobre el césped madrileño. Minutos después ya había adquirido carácter para controlar el esférico en la zona de peligro de la defensa rojiblanca y aunque no destacó por la salida de balón, más depositada en Domingos Duarte, sí supo aportar confianza a Rui Silva en cada balón que le cedía.

A la media hora de juego logró cazar un balón en la medular del ataque del Real Madrid cuando regresaba de rematar un córner, algo que le recordó a la escuadra blanca que iba a tener que sufrir para superarlo. Diez minutos después volvió a ser clave para detener el ataque madridista e incluso dispuso de alguna ocasión a balón parado para adelantar a los rojiblancos, pero no estuvo acertado en el remate.

Todo era felicidad para Jesús Vallejo cuando regresaba al verde de Valdebebas tras haber cerrado una gran actuación en la primera mitad. Sin embargo, no sabía lo que, literalmente, se le venía encima. El balón lateral colgado por Asensio fue rematado dentro del área pequeña por Casemiro, que dio tal salto que empequeñeció por completo a Vallejo. Llegó el primer gol del Madrid y lo que en la primera parte era tranquilidad y solvencia se convirtió en imprecisiones y dudas. Sin ser determinante en el resto del partido, el tanto en contra provocó que el Vallejo eficaz y sobrio de la primera parte diera lugar al futbolista impreciso en el que a veces se convierte. Es precisamente ese camino hacia la regularidad y la estabilidad el que todavía le queda por recorrer al zaguero maño, que en líneas generales cerró un buen partido ante el Real Madrid pero no logró destacar como se intuía durante el primer acto.