Lo comprensible y lo inquietante
El 'doce' ·
«Los criterios de interpretación de las reglas a aplicar por los árbitros deberían ser claros y equilibrados»Que el Barcelona venza al Granada, y que incluso lo haga con holgura, dada la distancia en presupuesto y calidad de las respectivas plantillas, es ... lo comprensible. Lo excepcional fueron las victorias obtenidas en Los Cármenes ante los culés, primero dirigidos por Lucas Alcaraz y después por Diego Martínez la pasada campaña liguera.
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Lo inquietante es que los criterios de interpretación de las reglas a aplicar por los árbitros no sean claros y equilibrados. Ante el Valencia, un gol concedido primero por el árbitro a favor del Granada fue posteriormente anulado, advertido por su colega del VAR para que apreciase por la pantalla lo que no había hecho en juego: el braceo de Foulquier sobre un rival valencianista. Ante el Barcelona, una mano flagrante de Busquets, no apreciada por el árbitro a escasos metros de la jugada, precede el segundo de los goles visitantes, decisivo en el transcurso del partido. Esta vez al árbitro no le avisó el compañero del VAR. Lo cierto es que se interpreta de manera discrecional y equívoca, y que los equipos grandes casi siempre salen favorecidos –recuérdese el penalti escamoteado al Granada ante el Real Madrid–, sobre todo tras las quejas, precisamente por la aplicación del VAR, de algunos de sus dirigentes o entrenadores, como hizo Koeman hace unas jornadas.
Pero los errores de De Burgos Bengoechea –que se prolongaron con la más que rigurosa expulsión decretada a Vallejo en una jugada en la que Braitwaite no había controlado el balón hacia la portería– no deben ocultar un mal partido de los rojiblancos. Empezó a buen ritmo el Granada, pero devino en un equipo desnortado, sin garra ni concentración tras el primer gol, con laxa resistencia defensiva en muchos ataques blaugranas –marcajes con la mirada en el caso de los goles segundo y cuarto– y plagado de errores evitables –como la infracción que originó la falta de Eteki que precedió al tercer gol, y la propia actuación de ciertos jugadores de la barrera y Rui Silva desde su palo en el mismo–.
Al igual que la temporada pasada el encuentro ante el Barcelona quedará registrado entre las gestas futbolísticas granadinistas, este curso el equipo de Diego Martínez estuvo muy por debajo de su nivel y facilitó una cómoda victoria a las huestes lideradas por Messi. La carga de partidos seguidos hace mella, sin duda, pero también es cierto que el equipo está encajando en Liga demasiado, aunque de los veintinueve goles en contra diez han sido recibidos en los dos fatídicos enfrentamientos ante Atlético de Madrid –seis–, y Barcelona –cuatro–. De cara al objetivo de la permanencia habrá que mejorar este aspecto, que fue fundamental en la exitosa campaña anterior cerrada en julio del malhadado 2020.
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