Un Granada vivo pero demasiado emocional
La resaca ·
El equipo, ordenado durante la primera parte en el Pizjuán, se descontroló tras el descanso para mal y para bienDomingo, 10 de abril 2022, 00:20
Hay una potente energía que mantiene cohesionado al vestuario del Granada. Es una carga emocional que irradia en los momentos de depresión y le saca ... de los peores trances. Probablemente, el secreto de que, en algunos pasajes del calendario, la deriva no haya mandado al proyecto al hundimiento, además de las paradas milagrosas de Maximiano.
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Procede de los lazos que se asentaron en la temporada del ascenso y en los dos maravillosos cursos siguientes, un trienio mágico que dejó una base sólida con unos principios fundacionales que siempre abogaron por el colectivismo. Lo percibió Robert Moreno y se percata de ello Rubén Torrecilla, quien ha intentado ir a la raíz para que se expanda en el día a día y en los partidos. Pero esto es un arma de doble filo si no se administra con cuidado.
Motiva hacia la remontada, como pasó con Alavés (triunfo) y Rayo Vallecano (empate), pero fuera de control puede acabar suponiendo un tiro en el pie. Cuando el Granada marcó el 2-2 en el Sánchez-Pizjuán, en un córner botado por Milla que cabeceó con contundencia Víctor Díaz, quizás debió de tirar del llamado 'oficio' y minimizar las acciones del Sevilla en el excesivo alargue de nueve minutos que decretó el árbitro. Fortificar su retaguardia, torpedear los avances del contrario y tomarse con relajo cada reanudación, conservando el balón en zonas neutrales.
Sin embargo, pareció que los rojiblancos habían olido sangre y creyeron que podían culminar la remontada ante un gigante como el Sevilla. Con su vanguardia repleta, los hispalenses encontraron el camino del gol sin necesidad de avasallar, solo concentrando algo sus tropas y exprimiendo las facilidades defensivas de los visitantes.
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El Granada se comportó con frialdad y cálculo en el primer acto en el Pizjuán, pero perdió rigor tras el descanso. Se sumió en un encuentro en el que dominó peor los espacios y que le trastocó los planes con la diana diferida de Ocampos superada la hora de partido. La lesión de Raúl Torrente ya había sido un contratiempo en su sistema protector, pasando Domingos Duarte de central dominante a escolta zurdo de Germán.
La amarilla a Eteki al filo de la pausa, que no se estaba cortando al interceptar a los adversarios cuando tocaba, también concedió facilidades a los locales. Fue el tercer encuentro con menos infracciones de lo que se lleva de Liga. Un dato 'negativo' para los rojiblancos, sobre todo cuando protegían su ventaja parcial. También hubiera sido normal que las faltas se hubieran disparado en la prolongación. No fue el caso.
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Es evidente que, desde que llegó Torrecilla, la escuadra tiene una gran relación con el gol, pero sufre demasiados tantos en contra. Salvo en su debut, con el Elche, en el que los rojiblancos se quedaron a cero con los ilicitanos, el Granada anotó tres dianas con el Alavés, dos con el Rayo y otro par con el Sevilla. Con este último, no le sirvió para sumar por su vulnerabilidad. Sufrió la remontada tras el latigazo de Machís y no supo anestesiar los acontecimientos tras el testarazo de su capitán.
El preparador extremeño sigue en su particular proceso de encontrar un equipo tipo mientras retoca su sistema. En la capital andaluza, recuperó la zaga de tres centrales, aunque el matiz lo puso en el centro del campo, con tres pivotes en lugar de la configuración habitual con dos y un mediapunta suelto por delante. Eteki se convirtió en el eje y firmó un decente primer tiempo, aunque el cansancio afloró en él y cometió algunos deslices tras el entreacto, hasta fundirse.
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Las bajas condicionan las apuestas del entrenador. Sin Torrente ni Neva, se limita su margen de maniobra en la retaguardia. A la espera de poder contar con Arias, Gonalons, Montoro y Raba, se tiene que apañar con el resto de disponibles.
Resultó un descubrimiento el hacer de Uzuni como carrilero. Es evidente que no es un especialista en funciones de cobertura, pero su potencia le permite llegar al repliegue y salir en carrera hacia el ataque. El palo impidió que anotara antes de que equilibrara Víctor Díaz. El poste y el larguero se interpusieron en intentonas de Jorge Molina contra el Rayo, aunque lograra una muesca al menos. La suerte y la puntería influyen.
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Bajo tensión no es fácil competir. El Granada se adentra en una recta final en la que cunde el nerviosismo y se requiere de concentración. La bisoñez está prohibida si se quiere salvar. La dirección deportiva fichó jóvenes en invierno y estos dejan detalles, pero denotan inmadurez. Aprender supone un peaje. Jugar con el corazón es bueno, pero hay que combinarlo con el cerebro.
El Mallorca iguala a puntos con los nazaríes y el Cádiz vuelve al descenso
El Mallorca, con un tanto de Muriqi de penalti, dio la sorpresa y derrotó al Atlético de Madrid por 1-0. Con esta victoria, el conjunto balear iguala a puntos con el Granada, con 29 unidades, un puesto por debajo por la diferencia general de goles: -17 para los rojiblancos y -23 para los bermellones. Hay que recordar que el golaveraje particular entre ambos aún no está resuelto porque el Granada aún tiene que visitar Mallorca. En la primera vuelta, ganó 4-1.
El que cae al descenso en esta jornada es el Cádiz, que sucumbió por 1-2 contra el Betis después de adelantarse en el marcador en el Nuevo Mirandilla. A la diana de Alejo le sucedieron los tantos de Tello y Borja Iglesias, este último desde los once metros. El resto de abajo actúa este domingo: el Alavés en Pamplona y el Levante con el Barça en casa.
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