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Puertas remata el centro de Machís que supuso el 1-1. /ALFREDO AGUILAR
La crónica

Noventa minutos en Los Cármenes se pueden hacer eternos

El Granada remonta su partido ante el Valladolid en los quince últimos minutos, deja asegurada media permanencia y demuestra que su fe es inquebrantable

Antonio Navarro

Granada

Sábado, 15 de febrero 2020

En una semana en la que se ha hablado mucho de que el Granada necesita remontar un 1-0 en contra en Los Cármenes, el ... equipo de Diego Martínez fue practicando para el partido con el que su afición sueña: el de la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, que guarda un billete directo hacia Sevilla al vencedor. En una competición diferente, LaLiga, el equipo granadino demostró que no pierde la fe en sus posibilidades y con quince minutos eléctricos le bastó para remontar un complicado duelo ante el Valladolid y dejar bastante encarrilada su permanencia en la máxima categoría.

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Los primeros minutos del partido no dieron para mucho. El balón rodaba bien por todo el campo pero parecía pincharse al entrar en las áreas, puesto que los atacantes erraban siempre en sus decisiones y la expectación se convertía en resignación. Fue a un centrocampista, Max Gonalons, al que no se le nubló la vista cuando intuyó un buen desmarque de Carlos Fernández y le filtró un pase en profundidad que el atacante hispalense acompañó de una estética vaselina para superar a Masip, pero Salisu estaba muy atento al transcurso de los acontecimientos y salvó el 1-0 junto a la línea de gol. El Valladolid quiso reaccionar tras este susto y Óscar Plano probó fortuna con un remate lejano que salió alto por poco (m.20).

El partido no estaba siendo especialmente bronco, pero el colegiado valenciano Martínez Munuera entró en calor enseñando un buen número de tarjetas a los protagonistas del mismo. Hasta cuatro amarillas repartió en los primeros 30 minutos, ganándose la enemistad del público al enseñarle una a Diego Martínez -que reaccionó riendo y con un gesto de disculpas que parecía tener altas dosis de ironía- y, sobre todo, cuando dejó sin señalar una mano blanquivioleta que cortó un ataque del equipo local.

Aunque el Valladolid quiso darle tarea a Rui Silva, fue otro jugador rojiblanco -Gonalons- el que a punto estuvo de inaugurar el marcador al rematar botando un saque de esquina que Vadillo puso al primer palo, pero aunque el remate picado del francés alcanzó la trayectoria deseada Masip emuló al Inspector Gadget con una milagrosa estirada que evitó la primera celebración local.

Granada CF

Rui Silva, Foulquier, Victor Díaz (Puertas, m.60), Germán, Martínez, Neva, Gonalons, Yangel Herrera, Vadillo (Vico, m.71), Gil Dias (Machís, m.52) y Carlos Fernández.

2

-

1

Real Valladolid

Masip, Javi Moyano, Kiko Olivas, Salisu, Raúl Carnero, Fede San Emeterio, Rubén Alcaraz, Óscar Plano (Antoñito, m.93), Toni Villa (Waldo, m.74), Enes Ünal y Sergi Guardiola (Míchel, m.78).

  • goles 0-1, m.55: Sergi Guardiola; 1-1, m.82: Puertas; 2-1, m.95: Carlos Fernández.

  • árbitro Martínez Munuera (colegio valenciano). Amonestó a los locales Foulquier, Carlos Fernández y Diego Martínez (entrenador) así como a los visitantes Fede San Emeterio, Óscar Plano

  • INCIDENCIAS Partido disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 15.782 espectadores (cifra oficial).

En la reanudación Gil Dias tardó solo un minuto en poner a prueba a Masip, que leyó su intención a tiempo y logró desviar el balón a corner. Pareció que el Granada había entrado mucho mejor al campo que los de Sergio González, pero una gran jugada colectiva del equipo castellano-leonés acabó en un mano a mano de Enes Ünal con Rui Silva, en el que el arquero portugués tapó bien su portería y paró un chut que parecía destinado a ser el 0-1 (m.51). Fue un aviso serio de lo que llegaría cuatro minutos más tarde: una internada por la izquierda de Sergi Guardiola que, cuando parecía dispuesto a centrar, vio la posibilidad de sorprender al guardameta granadinista por bajo y lo consiguió con un disparo raso que entró en la portería local tras pegar en el primer palo. Un movimiento de billar que puso muy de cara el partido para los pucelanos, a los que Diego Martínez acabaría encajonando con sus sustituciones.

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Y es que en la segunda mitad saltaron al campo tres futbolistas en teoría titulares -Puertas, Machís y Fede Vico- y aunque el Granada acusó el cansancio de la Copa y la ausencia de Roberto Soldado, las aproximaciones al área contraria terminaron llegando y Puertas acabó igualando el encuentro con un cabezazo a centro de otro compañero que le acompañó en el banquillo durante la primera mitad: Darwin Machís. Los futbolistas del Valladolid reclamaron mano puesto que el movimiento del atacante almeriense fue poco ortodoxo pero el árbitro, tras tres minutos en los que tuvo tiempo de revisar la acción varias veces en el VAR, señaló el círculo central.

Como si fueran parásitos, los futbolistas rojiblancos pasaron de rondar el área visitante a devorar al conjunto de Sergio González espoleados por su afición. Otro de los 'tres tenores' que había iniciado el duelo en el banquillo, Fede Vico, puso un centro al corazón del área en el minuto 95 que Carlos Fernández enganchó para delirio de la parroquia rojiblanca, que vio como Masip no podía hacer nada para evitar el 2-1 con el que concluyó la obra. A los seguidores del Granada no se les quita de la cabeza la soñada remontada en Copa, pero mientras llega el momento de la posible gesta la permanencia en la máxima categoría ya sí que parece estar empaquetada y solo bastarán unos pocos puntos más para que el granadinismo la dé por conseguida matemáticamente.

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