El Granada SAD, una empresa vinculada a otras mercantiles hasta llegar a la china DDMC

A su vez, la mercantil Daxian ha estado bajo otros dominios. A raíz de la investigación abierta por el caso Líbero, el rastro (bastante confuso) llevaría en última instancia hasta Luxemburgo, a la matriz Sport Investment Two SA. En teoría, tanto esta como Daxian –que tiene como administradora única a Sophia Yang– serían las que teóricamente controla DDMC, la gran corporación china con inversiones en múltiples negocios y cuya división deportiva tendría bajo su auspicio al Granada con esta interposición de sociedades, un gigante en el que no es fácil de entender quiénes están en su cúpula de mando. Su desembarco se produjo en 2016, aunque la figura que apoderó aquello, John Jiang, haya desaparecido del mapa. Era un empleado más, vinculado a una empresa adquirida, aunque trasladara unas atribuciones que no se correspondían con la realidad.

Los virajes en cuanto a la administración de DDMC han influido en quiénes han representado al capital chino en sus distintas etapas rojiblancas, con las presidencias de John Jiang, Rentao Yi y Sophia Yang. Así, la figura en la actualidad preponderante es la de esta última, que pasó de consejera al asiento principal, en un órgano de gobierno en el que entró no hace mucho otro compatriota, Xiaoua Li, quien se ha dejado ver en los últimos meses en diversos partidos y actos públicos del club, incluido el encuentro que supuso el ascenso o la inauguración oficial de la tienda del centro. El consejo del Granada lo completa el director general, Alfredo García Amado, que también asumió este rol a mitad del curso deportivo.

Xiaoua Li tiene su residencia fijada en Francia y parece evidente que no es una figura de paja, como sí lo fueron algunos de los consejeros de la etapa de John Jiang en la presidencia, incluidos para rellenar pero sin poder efectivo. Li se deja ver, se interesa y está al corriente de cualquier movimiento. Es físico nuclear y está ligado a la ramificación tecnológica de DDMC. Su firma, como la de Yang y Amado, es decisiva para que el consejo dé luz verde a todo. Necesarias para aceptar una hipotética venta.