El Granada, un 'rey' de las ventas cuando baja a Segunda división
Al igual que ocurrió tras el anterior descenso, el club avanza en verano ganando liquidez, lo que mejora su economía para fichar y retener talento
El Granada se convierte en un 'rey' de las ventas cuando baja a Segunda división, aunque es probable que esa corona se la quiera discutir ... la UD Almería con el paso de las semanas, dispuesta a colocar futbolistas en el escaparate tras el dispendio que efectuó en Primera división. Es una maniobra lógica por parte de ambos clubes, que ya aplicaron los nazaríes. Al igual que ocurrió tras el anterior descenso, la dirección se adentra en el mercado veraniego obligado a recuperar liquidez para equilibrar su presupuesto, que se ve muy afectado por la merma en los ingresos televisivos, algo que no se compensa de todo con el seguro que cobran los equipos que llegan desde la máxima categoría.
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Mejorar la economía con traspasos permitirá al Granada no solo fichar a algunos de sus objetivos, sino retener talento, a algunos de los jugadores de su plantilla pretendidos por otros conjuntos. En los cálculos para el tope salarial hay que tener en cuenta que se establece una media del balance de ingresos y gastos de las tres últimas temporadas, de ahí que no solo haya que estimar lo mucho que entró por Bryan Zaragoza o Samu Omorodion, sino restar lo dispensado en ciertas contrataciones, como las de Lucas Boyé, Gonzalo Villar, Shon Weissman o Famara Diédhiou.
El Granada ha mejorado sus arcas desde los primeros compases del actual mercado, incluso antes de que se abriera, al activarse las opciones de compra obligatorias que tuvo que ejercer el Valladolid por Víctor Meseguer, 2,5 millones; y André Ferreira, un millón, más la que asumió la Vojvodina por Njegos Petrovic, 800.000 euros. No supuso una gran plusvalía, porque Meseguer costó dos millones (1,5 'kilos' más 500.000 euros tras el ascenso), Ferreira uno (750.000 euros más 250.000 por el ascenso) y Petrovic 1,5, pero al menos en todos los casos cubre la amortización y algo más para que no reste en el cálculo del tope salarial, más el ahorro en sus salarios.
Cuando se consume la salida de Arezo, que se ultima por 3,5 millones por el 50% del pase que pertenece a los rojiblancos, el Granada también tendrá un saldo positivo de la operación, aunque no excesivo. Algo que le da vigor ante las pujas por Lucas Boyé (diez millones de euros de cláusula de rescisión), Myrto Uzuni (doce millones de cláusula), Sergio Ruiz (seis de cláusula), Gonzalo Villar o Martin Hongla. En la mayoría de casos, los rumores de tentativas se han limitado a tocar a los entornos de los futbolistas, no aún con ofertas formales al Granada.
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El ejemplo en la 22/23
El ejemplo claro de una política inicialmente austera para tener margen para pagar después fue lo ocurrido en la temporada 2022/23. Los nazaríes soltaron a Monchu –1,5 millones del Valladolid, con medio millón para el Barça–, Milla –5 millones, más los pases de Miguel Rubio e Ignasi Miquel y las cesiones de Jonathan Silva y Cabaco–, Machís –3,5 millones del Juárez, con medio para el Udinese–, Maximiano –10,5 de la Lazio–, Duarte –un millón del Getafe, con 250.000 euros para el Sporting de Portugal– y Suárez –algo más de 10 por el Olympique de Marsella, el 30% para el Watford–.
Aquel Granada recuperó aire y se trajo en verano, con gasto, a Meseguer, André Ferreira y Sergio Ruiz (un millón). Con mucho esfuerzo, y dos entrenadores, pasando de Karanka a Paco López, logró el objetivo de volver a la élite, con refuerzos de invierno que sumaron poco (salvo Pol Lozano) e hipotecaron el futuro. Pero esta ya es otra historia. Por ahora el Granada vende, aunque ya soltó 500.000 euros para contratar a Luca Zidane, su nuevo portero, que será presentado este lunes.
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