El Granada rememora el ascenso de 2011 con un encuentro virtual entre sus héroes
Mikel Rico, Abel Gómez, Guilherme Siqueira y Manolo Lucena recordaron el salto del conjunto rojiblanco a la élite, así como lo que supuso para todos
Chema Ruiz España
GRANADA
Sábado, 16 de mayo 2020, 21:55
Un ascenso a Primera división deja imágenes, sensaciones, anécdotas y, sobre todo, héroes. El último del Granada fue festejado el curso pasado, por Diego Martínez ... y sus hombres, pero probablemente este no habría sido posible si en 2011 no lo hubieran logrado los pupilos de Fabri González. Abel Gómez, Guilherme Siqueira, Mikel Rico y Manolo Lucena formaron parte de aquella plantilla y, además, ahora son algunos de los jugadores más queridos por la afición rojiblanca. El club nazarí les ha reunido telemáticamente para recordar cómo fue aquella promoción y el salto a la élite, así como valorar, desde la perspectiva que otorga el tiempo, lo que supuso.
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Los cuatro tienen claro que aquel curso fue «espectacular», aunque también coinciden en que no fue un camino de rosas: «Nos costó arrancar». «Al principio nos costó un poquito, pero la segunda vuelta fue espectacular. Individualmente, los jugadores se potenciaron. Yo tuve un crecimiento enorme aquella temporada», analiza Siqueira, adentrándose actualmente en el mundo de la representación de futbolistas, que reveló además su sorpresa con el equipo. «Veía a mis compañeros jugando y decía 'la Segunda división aquí en España es como la Primera', porque teníamos un grupo bastante cualificado», reconoció.
«No sentíamos presión. Esa fue una de las claves de que las cosas salieran bien. Éramos un recién ascendido que había hecho una plantilla con buenos jugadores», asegura Abel Gómez, que ahora ve el fútbol desde el banquillo. Lucena, en cambio, añade que «había una piña dentro del vestuario», y eso fue, bajo su punto de vista, lo que les «llevó a Primera división». «Creo que, de los años que he jugado como profesional, seguramente sea el año en el que mejor me lo he pasado», sostuvo el 'eterno capitán' nazarí.
Todo se materializó en Elche, en un encuentro tenso que dejó en Mikel Rico un recuerdo «acojonante». «La imagen que tengo de mi carrera deportiva es pitar el final del partido, salir a correr, encontrar a Lucena y darle un abrazo», asegura el actual futbolista del Huesca, que además resalta que aquella plantilla era «probablemente el mejor equipo de la categoría, si miras hoy jugador por jugador». «Lo que siempre recuerdo fueron los diez últimos minutos, que se nos hicieron a todos eternos. Parecía que el partido nunca iba a acabar», agregó Abel Gómez, protagonista del encuentro de ida de aquella eliminatoria al fallar dos penaltis.
Lo mismo le sucedió en el cruce previo a Dani Benítez, que recibió una lluvia de halagos por parte de sus excompañeros. «El jugador que más me ha sorprendido en mi vida es Dani Benítez. Hacíamos ocasiones con sólo dársela a él. Se la echaba larga y ponía un centro espectacular por delante. Geijo hizo muchos goles, Orellana, cuando estaba enchufado, era un espectáculo de jugador, pero Dani Benítez aquel año nos daba un montón en ataque y marcaba mucho la diferencia», aseguró Mikel Rico, una sensación compartida por Siqueira. «Con Dani me entendía muy bien, tanto para subir como para bajar. Bueno, para bajar un poco menos, y, si no, que le pregunten a Diego Mainz», señaló entre risas el brasileño.
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Roberto y la defensa
No fue el único en recibir elogios. También lo hizo Roberto Fernández, héroe de aquella primera ronda de la promoción ante el Celta al marcar desde los once metros. «Yo lo hubiera puesto el primero a tirar. La verdad es que Roberto con los penaltis era muy bueno, tanto tirando como parando», aseguró Lucena, mientras que Abel Gómez apostilló, en tono jocoso, que «el que no quería tirar era Nyom, que estaba ya en el vestuario».
El excentrocampista rojiblanco, no obstante, le recordó al valorar la línea de cuatro habitual aquel curso. «A nivel defensivo, creo que éramos un equipo muy potente y muy fuerte», aseguró. «Cuando Diego (Mainz) e Íñigo (López) se compenetraron y se asentaron atrás, lo notamos muchísimo. Fueron dos baluartes del ascenso», sostuvo Lucena.
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No faltaron las anécdotas, aunque sí echaron en falta el componente físico. «El club nos tiene que hacer algo», invitó entre risas Siqueira, con la afirmación de los demás. El grupo sigue así unido, con el recuerdo de uno de los momentos más importantes de la historia reciente del club, aunque siempre queda la duda que planteaba Mikel Rico a Siqueira en las duchas: «¿Qué habría sido de nuestra carrera si Michu habría metido el penalti?», se preguntó de nuevo el de Arrigorriaga.
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