Los jugadores celebran uno de los goles de la tarde. R. L. P.
La Crónica

El Granada, intratable

Tercera victoria consecutiva del curso, contando la de la previa europea, para un equipo enérgico, en el que marcaron Roberto Soldado y Darwin Machís.

Domingo, 20 de septiembre 2020

No hay quien tosa a este Granada, que se está acostumbrando a ganar sin importar los esfuerzos que encadene. Pone todo de su parte ... y eso es mucho para un equipo con las ideas clarísimas y el grado de competitividad óptimo en su plantilla para que los cambios lo mejoren y no se resienta. Doblegó al Alavés en otro ejercicio de prestancia. Arrancó Soldado el primer gol en un adelantamiento que retrató al alavesista Ely, aunque Joselu puso el empate de falta. En la segunda mitad, sin bajar un ápice de intensidad, los rojiblancos lograron la diana del triunfo gracias a Darwin Machís.

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Es la jornada 2 y la escuadra aparece circunstancialmente como líder tras vencer en ambos fines de semana. No es algo para alardear tan pronto, pero sí es el refrendo de que el bloque funciona y que los fichajes están mejorando sus posibilidades. Todos se han comprometido con el proyecto, saben lo que tienen que hacer y esperan su momento para dar el puñetazo sobre la mesa. Nada es fruto de la casualidad y arrastra un trabajo ingente en cada nivel que depara que el mejor Granada de todos los tiempos siga en el nirvana.

Granada

Rui Silva; Foulquier, Vallejo, Domingos Duarte, Carlos Neva; Luis Milla (Víctor Díaz, m. 90), Gonalons, Yangel Herrera (Montoro, m. 64); Puertas (Kenedy, m. 64), Machís (Germán, m. 84) y Soldado (Jorge Molina, m. 84).

2

-

1

Alavés

Alavés: Pacheco; Laguardia, Lejeune, Ely (Ximo Navarro, m. 46); Édgar Méndez (Guidetti, m. 88), Mahmoud Abdallahi (Rubén Duarte, m. 46), Battaglia, Pere Pons, Luis Rioja (Samu Sainz, m. 72); Joselu y Deyverson.

  • GOLES 1-0, m. 7: Roberto Soldado; 1-1, m. 22: Joselu; 2-1, m. 78: Machís.

  • ÁRBITRO Del Cerro Grande (comité madrileño): Sin amonestados en los locales. En los visitantes, amarillas a Édgar Méndez (m. 24), Battaglia (m. 26) y Lejeune (m. 49).

  • INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 2 de la Liga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, a puerta cerrada para el público.

Diego Martínez está habituando a cambios de tres en tres en sus alineaciones, uno por línea. Jesús Vallejo, Luis Milla y Darwin Machís supusieron las novedades respecto a Albania, con Gonalons encontrando carrete en un centro del campo donde hay competencia por entrar. El francés cuajó una actuación extraordinaria, comandante en todas las suertes del fútbol. Montoro descansó de inicio, al igual que Germán.

A los pocos minutos, el alavesista Rodrigo Ely envió un balón largo, a tierra de nadie. «No tienes prisa», le aconsejó Pablo Machín ante su precipitación, y lo cierto es que se lo tomó al pie de la letra. Machís lanzó un esférico desde la lejanía, hacia una zona aparentemente bajo protección, con Ely en retroceso. Pero Roberto Soldado pensó que ahí había algo más que un balón de trámite y corrió como un guepardo. El central pareció una dócil cebra, rebasada por el instinto felino del valenciano. Soldado parece adicto al elixir de la eterna juventud y su físico no experimenta deterioro. La aceleración le llevó hasta Pacheco, dando el golpe de gracia con gran ajuste.

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La fe de Soldado demostraba que el sistema de tres centrales de los vascos, el sello de Machín, necesita acompasarse ante tipos veloces. Machís intentó buscar atajos, ansioso por demostrar que el carril zurdo tiene dueño, ahora que lo cuestiona Kenedy. Tuvo altibajos, pero se comprobó que podía hacer pupa a la espalda de un 'ex', Édgar Méndez, demasiado tenso a la hora de defender, dando golpes a destiempo.

Parecía más metido el Granada, con la mandíbula dura y buscando la vía directa. Herrera también cabalgó con brío en una aproximación que acabó en la red pero que era fuera de juego claro. El VAR sí apareció esta vez, pero con una lentitud exasperante, casi como la de Ely en la pugna con Soldado.

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Poco había dejado el conjunto babazorro en ataque, con Deyverson por un sorprendentemente ausente Lucas Pérez, al lado de un Joselu que sigue siendo peligroso cuando se le entreabre la puerta. Una falta en la corona le fue suficiente para sacar el rifle. Rui Silva colocó bien su barrera, agazapó a Neva detrás por si esta saltaba y se preocupó por que el resto estrechara marcas, pero cometió el error de descuidar su palo. Joselu golpeó duro y pegado al poste, pero ahí tenía que estar el brazo del luso para interponerse.

El 1-1 no varió en demasía las tornas. Traficaba con paciencia el Alavés, arremetía con fuego el Granada. Unas cuantas amarillas salpicaron al rival, mientras los locales explotaron el balón parado en un córner que sirvió Milla y cabeceó fuera Herrera. El joven madrileño, restablecido como volante, también se probó desde la frontal, pero el esférico voló demasiado.

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Machís quería despegar y sacó las pegatinas a Édgar por la banda, poniendo un cuero a Puertas que el almeriense aún no sabe ni cómo erró ante la red. Machís siguió combando opciones y el Alavés sufría ante tanto desbarajuste, con la azada en muchas infracciones. Tan crudo lo veía Machín -lo que cambia una ene- que insertó a dos defensas tras el descanso, el granadino Ximo Navarro y Rubén Duarte, con el fin de coser su retaguardia y renunciar a los tres atrás. Los rojiblancos, sin embargo, eludieron modificaciones, pacientes.

El Alavés se acantonó y el Granada intentaba despejar la niebla. Machís rompió al espacio pero se escoró demasiado en una subida pero pudo encontrar a Soldado, que empleó su espuela para asistir, aunque el balón salió escupido por la zaga de los vascos. Diego quería aumentar el ritmo y dio tregua a Yangel Herrera y Puertas, que lo disputan casi todo, para que Montoro y Kenedy decantaran la balanza. Machís se fue a la orilla derecha.

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Un lío en un intercambio entre Rui y Domingos, con mal despeje final de este, estando el moscardón Deyverson incordiando, permitió un córner al Alavés sin consecuencias, abocado a contragolpes intermitentes. Ante ello, Kenedy intentaba adquirir sensaciones como en Durrës, pero no era lo mismo el Teuta que el Alavés. En la estrategia se buscaba alquimia, pero Montoro no lo logró con un cabezazo.

La percusión continuó y en un saque de esquina se reclamó una mano que Del Cerro quiso consultar con su 'Gran Hermano', sin concederlo. «He tomado la decisión y ya está», zanjó ante las propuestas locales. De pronto, el Alavés asombró con una oleada a centro de Duarte que Édgar estrelló contra Rui, quien la escupió al larguero. El canario se topó con los tacos del portero después, de manera accidental, aunque se hizo pupa.

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Sonó el gong para los rojiblancos. Buscaron a Pacheco y lo encontró Machís, solo en un despiste enemigo para rematar con la frente un centro de Montoro. El arquero respondió pero se la sirvió para el disparo a placer del venezolano. Le salían chispas de dentro. Un tanto que le escapó del alma.

Kenedy se 'picó' poco después, escapando para dar un latigazo agresivo, y el 'chamán' retiró a los goleadores para amurallar con cinco y seguir espabilando a Jorge Molina. Era el brasileño quien rascaba haciendo zigzag y trataba de demoler al contrincante.

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Con otra ovación a Milla y las almenas más altas en defensa con Víctor Díaz se abordó un descuento de siete minutos en el que sólo soliviantó un misil tremendo de Ximo Navarro, ante el que Rui reaccionó en dos tiempos. A Kenedy le dio tiempo de hacer una rabona y el portero luso puso soluciones a las pocas fisuras que hallaron los vascos. Se sufrió un poco, porque si no, no sería el Granada. Todo cuesta, pero así sabe mejor. Tres victorias seguidas en este arranque, contando la previa, y liderato en la clasificación, algo complicado de mejorar. Toca insistir y alargarlo lo que se pueda.

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