Los otros Messi

Hay muchos futbolistas impresionantes castigados por la excepcionalidad de Leo Messi, ese chico que sencillamente no sabe jugar mal, que hasta en sus días más grises ofrece al menos una asistencia. Le pasó en Leganés, de donde salió corriendo hacia la Davis un Piqué convertido en Ozymandias, más que un jugador en la entidad que es más que un club en esta época en la que el fútbol y el deporte se parecen más que nunca al negocio. A él sí que habría que preguntarle el 'order' de su trapo.

Sufren a Messi futbolistas como Iago Aspas. Alguien lo bautizó hace un año, cuando salvó al Celta con una sola pierna, como el Messi de la tabla baja. Lo que hace es increíble, pero claro, lo atendemos tan cegados por el astro argentino que pasa desapercibido, tanto que no siempre va con la Selección. Iago Aspas, orgulloso vecino de su pueblo, amigo de quienes siempre lo fue, es uno de esos artistas que sólo toca bien entre los suyos. Naufragó en Liverpool y Sevilla y volvió a Vigo como si nunca hubiera naufragado para seguir salvando al equipo de su vida, embarcándolo en sueños por Europa.

Lo echaremos de menos cuando lo perdamos, como a todo. Ya empezamos a perder a Luka Modric, ese cisne estajanovista que hace todo tan bien que sólo le falta hacer lo que hace Messi. Era triste verlo en el banquillo y comprobar el ocaso de quien ha engrandecido este deporte. Ante la Real volvió a exhibirse, quién sabe si por última vez. Son los otros Messi. Lo sabremos cuando los perdamos.