El estilo de Bordalás se rejuvenece
A RAS DE CÉSPED ·
El equipo azulón fue al mercado con la intención de quitar años a su delantera, el único cambio que creyeron preciso para regresar a EuropaDomingo, 25 de octubre 2020, 01:09
Quedarse fuera de Europa en el último suspiro, y con un penalti marrado, abrió los ojos de José Bordalás, que coqueteó con cambiar de hogar ... , muy tentado por las ofertas desde Italia. Finalmente, y tras un verano de reflexión, la decisión del técnico fue diametralmente opuesta a la que se pensaba que tomaría. Bordalás siguió en el Coliseum con la esperanza de matizar su estilo.
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Así, el principal objetivo del Getafe ha sido, en este mercado, quitar años –muchos– a su ataque y mantener todo aquello en lo que se sigue siendo extremadamente fuerte. Dicho de otro modo, poner la guinda con juventud a un bloque tremendamente compacto en defensa y centro del campo.
Desde muy pronto quedó patente esta intención, cuando se dio la carta de libertad a Jorge Molina –ahora en el Granada–, se dejó ir también a Antunes, Fajr y Enric Gallego. Sin duda, jugadores de una edad elevada, pero que venían dando un buen nivel en Primera, hasta el punto de ser la esencia en la estampa más reciente y europea del Getafe.
A la hora de fichar, el cuadro azulón tenía dos grandes objetivos y los cerró con relativa facilidad. Dos puntas jóvenes, muy diferentes entre sí, para dar muchas más posibilidades a Bordalás. Con el Granada se luchó por el fichaje del colombiano Cucho Hernández, que acabó recalando en Getafe. Sus buenos años en Huesca y Mallorca arrojan luz sobre un delantero que aporta fuerza, velocidad y desborde. Debe dar un paso adelante a la hora de transformar todas esas sensaciones en cifras.
El otro que llegó en un movimiento realmente sorprendente fue Enes Ünal. El turco es un delantero muy distinto al colombiano. Es mucho más referencial, rematador de área, pero con buena lectura para asociarse. Por si no quedara clara la intención de beber la pócima de la eterna juventud, el Getafe añadió a Mollejo (19 años), Palaversa (20) y Poveda (23).
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Lo que no cambia es el dogma de los azulones. Bordalás sigue apostando por hacer los partidos largos y duros, sin conceder nada al rival, peleando cada balón, cada decisión del árbitro y haciendo que cada segundo sobre el verde cuente. David Soria, quizá una de las piezas más cuestionadas de su esquema, sigue excelentemente protegido por Djené, Etxeita, Olivera y Damián Suárez. Cuatro huesos en defensa a los que se suman dos interiores pegajosos, veloces, pero sobre todo, fajadores. Son el exrojiblanco Nyom y el canterano culé Cucurella. Los dos han crecido muchísimo en el regazo de Bordalás.
El núcleo del Getafe sigue siendo, sin duda, la pareja Maksimovic y Arambarri. Más gladiadores para un equipo que disfruta del barro. Además, gozan de una gran pegada, a veces infravalorada por su trabajo en la destrucción. Si no, siempre está Timor, acertado cuando delante tiene rayas rojas y blancas. Arriba, a pesar de el rejuvenecimiento, la estrella es Jaime Mata con Ángel en la recámara. El gol no tiene edad.
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En el banquillo
José Bordalás. El técnico lleva tres años increíbles en Getafe desde su estilo, adorado por unos y aborrecido por otros. Sus equipos siempre compiten y por ello ha sido el entrenador soñado por la Roma o el Valencia.
Sistema
4-4-2. Es uno de los esquemas más fijos de toda la categoría. Esa doble línea de cuatro es innegociable para el técnico azulón, que no ha aprovechó a extremos como Jason o Kenedy por su querencia a jugar con cuatro laterales.
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El hombre gol
Jaime Mata. El delantero vivió un año discreto tras su gran explosión de los últimos dos cursos. No obstante, por el momento parece la mezcla perfecta de gol, experiencia y trabajo para la delantera de Bordalás.
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