El Granada, a frenar al líder de Segunda

El equipo de Fran Escribá viene de un varapalo en Almería, donde tuvo luces y sombras. Algo menos de una hora con una buena composición trufada con un gol de Uzuni y un tramo final desesperante, de acoso de los indálicos hasta encajar dos dianas casi seguidas, mal endémico de los de rayas horizontales. Es algo más que fragilidad defensiva; un proceso transitorio de descomposición que suele costar alguna diana extra y pone todo mucho más difícil.

Para remediarlo, es probable que el técnico coloque una zaga inédita. Por sanción, no estará Ricard, al que sustituirá Rubén. Por convicción, es probable que juegue Insua, uno de los que descansó en Copa. A su lado, calambres pasajeros aparte, se espera a Loïc Williams como mínimo. Brau repetiría en el lateral izquierdo. Por delante, volverá Hongla tras reposar también en La Romareda.

Para el resto de posiciones, hay debates leves. Como acompañante del camerunés se espera a Gonzalo Villar, A la derecha, Tsitaishvili, que necesita refrendar sus buenos minutos en Zaragoza. Por la izquierda, salvo rotación, tendría que salir Rodelas, aunque Józwiak guarde alguna opción. Por delante, la continuada baja de Lucas Boyé abre la puerta de la titularidad a Reinier o Weissman. El otro punta, indiscutible, será Uzuni.

Aparte de Boyé, Neva es la única baja del plantel, al que se espera en el horizonte de febrero si no recorta plazos. La obsesión local está en mantener la eficacia arriba, pero con un candado atrás. Para ello, aparte de las modificaciones en el bloque protector es posible que haya otro portero. El técnico no descartó que Luca Zidane, tras su actuación estelar en el torneo del KO, sea agraciado con la titularidad en Liga. El francés, además de seguridad, funciona como un jugador de campo en la construcción. Una ventaja con respecto a Mariño, con actuaciones más 'terrenales' de un tiempo a esta parte.